Vocabulario Fundamental. Extinción (39) Mashco Piro, primeros contactos ¿próxima extinción?

En la Amazônia peruana, en la región de Madre de Dios, están apareciendo en zonas habitadas por blancos desde hace más de un siglo integrantes de la tribu Mashco Piro tras haber huido de la esclavitud impuesta por los caucheros. Hoy son otros los peligros que acechan a estos seres humanos que han elegido seguir viviendo aislados, lejos de nuestra ‘civilización’. Proselitistas de la religión, empresas turísticas sin escrúpulos o enfermedades comunes para las que no tienen defensa amenazan su precaria existencia. Un interesante reportaje del programa peruano Panorama nos lleva a conocer su realidad. Gracias a Daniel Garibotti por el enlace.

‘Raposa Serra do Sol, la lucha decisiva’, de Cipó Company

Premio al mejor documental en el Festival de Cine Solidario de Granada / Premio al mejor mediometraje en la III Mostra Amazónica de Cine Etnográfico Realizado por CIPO Company, y con el apoyo de la ONG Pueblos Hermanos, cuenta la lucha de los indígenas de Raposa Serra do Sol frente a los latifundistas arroceros que invadieron sus tierras. Los pueblos indígenas de Amazonia luchan por defender su territorio y su forma de vida, ante la presión del agronegocio.

Raposa Serra do Sol: la lucha decisiva de los pueblos indígenas de Brasil

En Brasil, dos modelos de desarrollo luchan por ganar una crucial batalla: el de los pueblos indígenas y el de las corporaciones del agronegocio. Raposa Serra do Sol se ha convertido en el emblema de esta lucha para los pueblos indígenas del país.

Diagonal Movimientos – Marta Caravantes Redondo / Madrid 02/10/08 


Raposa Serra do Sol –situada en la Amazonia brasileña al nordeste del Estado de Roraima– es una tierra de agua y abundancia, demarcada y homologada por el Gobierno de Lula en 2005. Allí viven más de 19.000 indígenas de los pueblos macuxi, wapixana, taurepang, patamona e ingarikó. A pesar de la prohibición de entrar en tierra indígena, en 1992 se detectaron por primera vez las invasiones de los latifundistas arroceros. En sólo 13 años las plantaciones crecieron siete veces hasta alcanzar las 14.000 hectáreas.

Violencia y miedo


El pasado mes de abril, el presidente Lula envió a la Policía Federal a expulsar a los arroceros. Los latifundistas respondieron con violencia. Diez indígenas fueron heridos. “Comenzaron a dispararnos, tiraron bombas y empezamos a retroceder. Fui herido en la pierna, en la espalda y también en la cabeza”, nos comenta un joven macuxi. Santinha da Silva estaba también con sus tres hijos el día de la agresión. “No voy a decir que no tengo miedo”, afirma, “pero voy a enfrentarlos. Si ellos quieren matarme, que me quiten la vida, pero dejando la tierra para mis hijos”. 

Días después de las agresiones, una decisión de la justicia brasileña provocó el estupor en las organizaciones indígenas. El Tribunal Superior Federal no sólo decidió cancelar la operación policial del presidente Lula para expulsar a los latifundistas, sino que admitió un recurso que, de prosperar, permitirá a los arroceros continuar en tierra indígena, creando un peligroso precedente. Ningún arrocero ha pagado las multas por deterioro ambiental y tampoco hay nadie en prisión por las agresiones a los indígenas. “Ya fueron presas algunas de esas personas, pero por períodos muy cortos, ya que disponen de recursos y mucha influencia política que consigue convertir los procesos en disputas jurídicas interminables”, afirma Paulo Santille, coordinador de Identificación y Delimitación de las Tierras Indígenas de la FundaciónNacional del Indio (FUNAI). Se puede hablar de “una guerra declarada contra los pueblos indígenas por parte de los sectores que tienen intereses económicos en sus tierras”, asegura Rosane Lacerda, profesora de derecho de la Universidad de Brasilia.

Marcados como el ganado

Durante cinco siglos los pueblos indígenas de Raposa Serra do Sol han sufrido reiteradas invasiones en sus tierras: conquistadores portugueses, ganaderos, garimpeiros (buscadores de oro) y latifundistas. Todos utilizaron a los indios como peones e, incluso, los ganaderos llegaron a marcar a los indios igual que a las reses. Orlando Pérez da Silva, tuxaua (jefe indígena) de la aldea de Uiramutá, confirma con su relato de vida la trágica historia. “Llegaron los no indios e invadieron nuestras tierras. Empezaron a contratarnos en sus fazendas. Cuando un indio reclamaba su salario, le dabanuna paliza y le echaban”. Orlando vivió seis años como esclavo. “Vivíamos totalmente esclavizados. Para comprar una hamaca teníamos que trabajar un mes entero”.

El único país con nombre de árbol extinguido

Beto Ricardo, coordinador del Instituto Socioambiental de Brasil (ISA), considera al Gobierno de Lula como un “Gobierno desarrollista” inmerso en un clima de “cierta euforia económica”. “La presión sobre losindígenas es múltiple –sostiene– no sólo por parte del agronegocio, sino también por obras públicas como carreteras, hidroeléctricas, diques…”. Para el coordinador del ISA, “las tierras indígenas no sobrevivirán si no hay un reordenamiento ecológico y económico del país y de la Amazonia”. Como metáfora de lo que sucede, comenta que “Brasil es el únicopaís con nombre de un árbol extinguido”. Beto Ricardo se refiere al pau Brasil, de cuya madera se extraía una tinta roja muy apreciada por la aristocracia europea.


Problema del mundo entero

La presión sobre las tierras indígenas del agronegocio se ha intensificado a partir de la producción de los agrocombustibles y de la necesidad de producir piensos para alimentar la cabaña ganadera mundial. Una de las organizaciones que se dedica a coordinar la lucha indígena es la Comisión de Organizaciones Indígenas de la Amazonia Brasileña, presidida por el indio sateré-maué, Gecinaldo Barbosa, para quien “la ministra de Medio Ambiente [Marina Silva, que dimitió el pasado mes de mayo] fue sacrificada por el agronegocio. Ese poder está ganando fuerzas y cercando al presidente Lula”. Para Barbosa, el problema trasciende las fronteras de Brasil: “Amazonia es de Brasil, pero el problema es del mundo entero; el problema es de quien defiende la vida”.

La propuesta indígena

En Brasil hay 604 tierras indígenas, habitadas por 215 pueblos distintos que hablan 180 idiomas e innumerables dialectos. En ellas viven 600.000indígenas. En su cosmogonía no existen las fronteras, ni la burocracia, ni la pertenencia de la tierra a ninguna persona. Ahora luchan por adaptarse a la nueva realidad para poder defender su tierra y su modelo de desarrollo, pero sin perder su identidad. Piensan que tienen mucho que aportar en un momento que la naturaleza se “está rebelandocontra el mundo”. Gecinaldo Barbosa asegura: “vamos a resistir hasta el final de nuestras vidas. Como pueblos indígenas vamos a defender la naturaleza porque tenemos esa concepción de la vida, esa cosmogonía del mundo para el futuro de la humanidad”. La ONG Pueblos Hermanos (www.puebloshermanos. org.es) y la empresa audiovisual CIPÓ(www.cipocompany.com) han lanzado una campaña de concienciación.

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Vocabulario Fundamental. Océanos (12) Vezo, vivir con el mar

Vivir con el mar

Una niña de nueve años cuenta cómo su poblado en Madagascar logró revertir la explotación abusiva del océano.
Su historia, titulada ‘Vezo’, se ha convertido en corto para un concurso del festival de Sundance


Vezo quiere decir vivir con el mar. Es lo que han hecho durante toda su historia en muchos poblados de Madagascar, donde el océano es fuente de vida. Saber explotarlo con sabiduría es parte de su herencia. Pero hace alrededor de una década, el crecimiento de la población y el cambio de técnicas acabó con buena parte del pescado que consumían poniendo en peligro su única fuente de proteína.

El cineasta Tod Lending, estadounidense curtido en contar historias sobre los afroamericanos de su país, quería narrar esta historia de una forma simple, casi infantil. Para ello, recurrió a una niña de nueve años. Se quedó con lo que ella misma le transmitió, lo convirtió en un guión, la grabó contándola de nuevo y la mezcló con otras imágenes y animaciones. El resultado es Vezo, un corto documental que narra en solo cinco minutos de metraje cómo un poblado consiguió revertir esta situación que amenazaba su supervivencia.

Es uno de los cinco cortos que sirven como muestra para el concurso del Sundace Institute en colaboración con la Bill & Melinda Gates Foundation, que pretende “explorar historias optimistas sobre individuos y comunidades que están superando el hambre y la pobreza, combatiendo las enfermedades o mejorando los sistemas de salud”.

Lending explica por teléfono desde Chicago que narrrar una historia que hable sobre pobreza con un tono optimista, proponiendo soluciones y no solo problemas, es la forma en la que él concibe su oficio. “Si solo ves lo más oscuro, te alejas y es más difícil que tengas interés en cambiarlo”, asegura este autor de documentales para cadenas norteamericanas como ABC, CBS, NBC, PBS y HBO.

Esta cinta, junto a otras cuatro, intentan ser un modelo y un estímulo para que realizadores de todo el mundo participen en el concurso, dotado con cinco premios de 10.000 dólares y el estreno del corto en la edición de Festival de Cine de Sundance de 2015.

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Vocabulario Fundamental. Bosques (9) La gente del bosque III Pigmeos, la agonía del dios verde




Mucho antes de la llegada de los pueblos negro bantúes hacia el año 1000 a.C., en lo más profundo de los bosques ecuatoriales, vivían los primeros habitantes del continente africano: los pigmeos. Ellos son un testimonio vivo de nuestra propia prehistoria. Estos pueblos siempre fueron nómadas selváticos, no conocieron otro mundo fuera de las selvas centroafricanas. Son pueblos felices que siempre han vivido en armonía con su entorno, uno de los pueblos más longevos del mundo gracias a la farmacopea de la selva, su propio dios que les observa y protege, quien vigila que su comportamiento sea armónico con los seres que la conforman

Sin embargo desde la llegada del colonialismo europeo en la forma del infame Leopoldo II de Bélgica (sobre el que tenemos un post pendiente) la vida de muchos de ellos comenzó a cambiar, a peor. A pesar de que aguantaron mejor los embates del esclavismo que los pueblos indígenas que vivían fuera de los bosques, su habitat y su divinidad lleva décadas siendo devorado por las madereras, especialmente desde los años noventa. No lo entienden, nada pueden hacer, y aunque aún quedan unos 5000 se han convertido en un pueblo sin esperanza , sin futuro. Este documental de José Manuel Novoa realizado en 2011 recoge la impactante historia y costumbres de los últimos pigmeos, acorralados en su propio hogar a causa de la tala indiscriminada que depreda su hogar y su modo de vida.

Vocabulario Fundamental. Energía (4) Alerta Amazónica – Pueblos acorralados por el gas

“Muchas, muchas personas murieron. La gente moría por todas partes, como les ocurre a los peces después de envenenar el arroyo. Dejaron que la gente se pudriera por las riberas del río, en la selva y en sus casas. ¡Esa terrible enfermedad!”. 
Tomás, hombre nahua sobre efectos de la incursión de Shell en la reserva Nahua-Nanti, Perú.

Nos acercamos de la mano de dos documentales del colectivo Alerta Amazónica y de un artículo de Survival International a la Amazonia peruana donde la expansión de un proyecto gasístico de compañías petroleras como la argetina Pluspetrol, la norteamericana Hunt Oil (EE.UU.) y la española Repsol amenaza aún más la supervivencia de los distintos pueblos indígenas que viven en en esas áreas. Ya el comienzo de las extracciones gasísticas y petrolíferas hace más de veinte años trajo a algunos de estos pueblos como los nahua la muerte, la alienación, el desastre ambiental y la destrucción de sus modos de vida tradicionales. Ahora las concesiones gubernamentales para más prospecciones han aumentado y con ellas la amenaza que se cierne sobre estas comunidades y los ecosistemas donde viven. 



Alerta Amazónica – Pueblos acorralados por el gas


Las comunidades matsiguengas, nahuas, ashaninkas y yine yami que viven a orillas del río Urubamba, en el corazón de la Amazonía peruana, se ven intervenidas por las operaciones de las compañías petroleras que modifican las condiciones de vida de manera irreversible. El documental reflexiona sobre la degradación ambiental, los impactos invisibles pero persistentes, así como la erosión cultural de los pueblos amazónicos. Una insistente investigación que apunta especialmente la estrategia corporativa de Repsol por ocultar los impactos así como su penetrante estrategia de relacionamento comunitario que fragmenta las comunidades afectadas por los lotes 56, 57 y 88 que gravitan entorno a Camisea.

Un documental del colectivo Alerta Amazonica. Perú 2013.

Guión, dirección y edición: Marc Gavaldà
más información: alertamazonica.wordpress.com



Desastre para los indígenas aislados: Perú aprueba la expansión de Camisea

Survival International 27 enero 2014

Los indígenas aislados nantis podrían resultar diezmados por los planes de detonar miles de cargas explosivas y de permitir a cientos de trabajadores adentrarse en su tierra.

© Anon/ Survival

Perú ha aprobado la polémica expansión del proyecto de gas de Camisea en la tierra de tribus amazónicas no contactadas, pese a la indignación internacional generada por los planes de ampliación, la dimisión de tres ministros y la condena de Naciones Unidas y de otras organizaciones internacionales de derechos humanos.

El Ministerio de Cultura peruano, a quien corresponde la protección de la población indígena del país, ha aprobado los planes de las faraónicas compañías petroleras Pluspetrol (Argentina), Hunt Oil (EE.UU.) y Repsol (España) para detonar miles de cargas explosivas, perforar pozos exploratorios y permitir la entrada de cientos de trabajadores a la Reserva Nahua-Nanti, ubicada a solo 100 km de Machu Picchu.

La expansión podría diezmar a las tribus no contactadas que habitan en la reserva, dado que cualquier contacto entre los trabajadores del gas y los indígenas podría resultar en la propagación de enfermedades o epidemias frente a las que los indígenas apenas tienen inmunidad.

La misma Pluspetrol reconoce el devastador impacto que la expansión podría tener. En su “Plan Antropológico de Contingencia” la empresa determina que cualquier enfermedad transmitida por los trabajadores podría causar “prolongados periodos de enfermedad, muertes masivas y, en el mejor de los casos, largos procesos de convalecencia”. Por todo el mundo se han desarrollado protestas contra la expansión del proyecto de gas de Camisea en la selva amazónica peruana.

Cuando el gigante petrolero Shell inició sus exploraciones en la zona, llevó a la muerte a casi la mitad de la tribu nahua. Un hombre nahua lo recuerda: “Muchas, muchas personas murieron. La gente moría por todas partes, como les ocurre a los peces después de envenenar el arroyo. Dejaron que la gente se pudriera por las riberas del río, en la selva y en sus casas. ¡Esa terrible enfermedad!”

El proyecto viola la legislación nacional peruana y el derecho internacional, que requieren el consentimiento sobre cualquier proyecto que se lleve a cabo en tierras indígenas. El año pasado se desarrollaron protestas internacionales para frenar la expansión de Camisea, y más de 131.000 simpatizantes de Survival enviaron un mensaje al presidente de Perú, Ollanta Humala, exhortándolo a detener el proyecto de hidrocarburos en tierra de indígenas no contactados. Survival International ha entregado hoy un listado con las miles de firmas recabadas en la embajada de Perú en Londres.

Como resultado de la campaña de alto impacto para detener la ampliación desarrollada por la organización Survival International, las organizaciones locales AIDESEP, FENAMAD, COMARU, ORAU y otras, se han evitado las pruebas sísmicas en las orillas de los ríos y la ubicación de un pozo se ha trasladado fuera de la tierra de una tribu aislada.

El director de Survival International, Stephen Corry, dijo hoy: “Hace treinta años los trabajadores de prospecciones del depósito Camisea penetraron en lo profundo del territorio del pueblo nahua y poco después la mitad de la tribu resultó aniquilada por la gripe y enfermedades similares. ¿Es que el Gobierno peruano no ha aprendido nada de su historia y está dispuesto a arriesgarse a que esto suceda de nuevo en beneficio de unos pocos pozos de gas?”

Jarawas, zoológicos humanos y hombres elefantes: del ser humano como atracción de feria

“La ruta a través de la reserva tribal fue como un safari, ya que viajábamos por una densa selva tropical, buscando animales salvajes, a indígenas jarawas, para ser específicos” Una turista en la Andaman Trunk Road.

La campaña que Survival International para denunciar la invasión y acoso a los que el turismo de masas está sometiendo a una tribu recientemente contactada, los jarawa, que habitan las islas Andaman nos lleva a ahondar en una de las lacras de la condición humana, la que nos lleva a mirar al Otro, al distinto, al deforme, al más desvalido como una atracción morbosa y exótica. Y lo haremos a través de dos documentales y una película inolvidable. 

Comenzamos con los Jarawa. Esta tribu de las Andaman, -un grupo de islas situadas en el Océano índico y bajo soberanía india- de la que ya hablamos en otro post de este blog– está siendo sometida a un acoso intolerable a su dignidad y su modo de vida al permanecer abierta al turismo la carretera (declarada ilegal por la Corte Suprema india en 2002) que atraviesa la reserva donde viven. Survival ya destapó este escándalo hace muchos años y el año pasado el periódico británico The Observer publicó un video que probaba que la policía estaba implicada en estos ‘safaris humanos’, aceptando sobornos de los turistas para obligar a mostrarse y a bailar a los jarawa.

Sin embargo, la Andaman Trunk Road continua abierta por la administración local y los turistas siguen circulando por la tierra de los jarawa, intentando atraerlos con galletas y dulces para poder filmar y fotografiar a los exóticos ‘salvajes’ y echarse unas risas por sus aspecto y costumbres. En fin, un breve pero esclarecedor reportaje de VICE aborda estos hechos lamentables que siguen ocurriendo en pleno siglo XXI. Como el director de Survival Stephen Corry declaró “esta situación apesta a colonialismo y a los repugnantes y degradantes ‘zoos humanos’ del pasado. Claramente, las actitudes de algunas personas sobre los pueblos indígenas no han cambiado un ápice. Los jarawas no son animales de circo que bailen para el primero que pase por ahí”.

Esto nos lleva a abrir plano y, a través del documental «Zoológicos humanos» volver al momento en que se pusieron de moda las llamadas ‘exposiciones etnológicas’ o más bien zoológicos humanos que se dieron en la ensoberbecida Europa colonialista desde 1870 hasta las primeras décadas del siglo XX e incluso la imagen de al lado fue tomada en Bruselas en 1958, con una señora muy civilizada ofreciendo un plátano a una niña del Congo. Pueblos de los más lejanos rincones del mundo eran normalmente arrancados de sus tierras mediante engaños o a la fuerza y exhibidos como animales (muchas veces en los propios zoos) en actos supremacistas y racistas que excitaban de exotismo la curiosidad de la gente. Estas personas fueron expuestas no sólo a la mirada morbosa de los europeos, sino que también, sometidos a distintos tipos de abuso físico y sicológico, ocasionando la muerte de la mayoría de éstos en tierras totalmente ajenas a sus vidas, tradiciones y condiciones materiales y espirituales.

Para acabar el post (y teniendo en cuenta que ‘Freaks’, de Tod Browning, ya la publicamos hace tiempo en el blog) recurriremos a ese gran clásico de David Lynch que «El hombre elefante», un film que nos muestra cómo han sido tratados durante mucho tiempos muchos seres humanos por el simple hecho de tener alguna conspicua minusvalía o deformidad corporal, convirtiendo sus vidas en una maldición. La inolvidable película de Lynch nos cuenta la verdadera historia de Joseph Merrick (llamado John Merrick en la película) un hombre gravemente deformado que vivió en Londres durante el siglo XIX. La película, protagonizada por John Hurt, Anthony Hopkins y Anna Bancroft, tiene un guion adaptado por Lynch de los libros «El Hombre Elefante y Otras Reminiscencias (1923)» de Sir Frederick Treves y «El Hombre Elefante: Un Estudio de la dignidad humana» (1971) de Ashley Montagu. 

Esta brumosa, dickensiana y tenebrista master piece (introducida por Patricia Esteban Erlés), llena de sugerentes claroscuros y conmovedores planos maestros, evoca las grandes películas de siempre, transportándonos a Londres en los últimos estertores del siglo XIX, con las calles infestadas por toda una fauna de pícaros y trabajadores pobres y desastrados que malviven en una sociedad victoriana de moral hipócrita, industrial y contaminada, carente de escrúpulos y compasión. Y allí, en una caseta de feria de freaks, oculto con un saco y explotado por un amo mezquino y brutal, pena sus días un desdichado ser humano que es anunciado como «El hombre elefante». Hasta que un hombre justo se cruza en su camino para devolverle la dignidad. En fin, con todo ello les dejamos.


1. Safaris humanos en las islas Andaman


Nuevos planes del Gobierno enfrentan a los jarawas a la amenaza de los “safaris humanos” durante todo el año


Jarawas en la carretera que atraviesa su reserva, Andaman Trunk Road, y que los expone al riesgo de enfermedades para las que no tienen inmunidad.


© Ariberto De Blasoni/Survival

Mientras el mundo celebraba el Día Internacional del Turismo, la administración de las islas Andamán de la India se prepara para promover que las islas pasen de ser un destino turístico temporal a anual, lo que impediría respiro alguno para los jarawas de los turistas que realizan “safaris humanos” a través de su hogar en la selva. Actualmente la temporada abarca desde el mes de septiembre hasta mayo, época en la que miles de turistas toman un “safari humano” cada semana al pasar a través de la selva de la tribu para “comerse con los ojos” a los jarawas recientemente contactados. Pero ahora la tribu tendrá que enfrentar este escandaloso nivel de intromisión durante todo el año. Un conductor de taxi dijo: “Algunas personas van para darles galletas y tomarles fotografías…Tan solo verlos es un juego, ¿sabes? Como un entretenimiento”.

El señor C.G. Vijay de la Dirección de Información, Publicidad y Turismo anunció recientemente, en ferias de turismo en la India y en el exterior, los planes de promover actividades tales como “safaris en la selva y senderismo para promover las islas como un destino para todas las temporadas”. El anuncio ha saltado las alarmas de los que han mostrado su preocupación por la tribu jarawa. El director de Survival, Stephen Corry, dijo hoy: “Antes de que las autoridades de las Andamán comiencen a mercadear las islas como un destino turístico para todo el año, primero debería poner su propia casa en orden. Los ‘safaris humanos’ en la selva de los jarawas son una afrenta a la dignidad humana. No quiero ni imaginar la idea de que ni siquiera durante la temporada de lluvia los jarawas no tengan descanso de la intromisión en sus vidas”.

Desde que Survival hiciera un llamamiento al boicot turístico en las islas Andamán a hace unos meses, miles de personas han pedido que las islas no sean visitadas hasta que se prohíba a los turistas el paso por la carretera que atraviesa la selva de los jarawas, y que sea implementada una ruta marítima alternativa. La administración local de las Andamán se ha comprometido a abrir una ruta marítima alternativa para marzo de 2015, pero incluso esta lamentable fecha tardía parece aún incierta pues los planes aún esperan los informes de impacto ambiental desde Dehli.


2. Zóológicos humanos

3. ‘El hombre elefante’, de David Lynch









«Siempre amé al hombre elefante. Le escribía cartas en blanco y negro y sufría porque nadie entendía su cara de nube, porque nadie más que yo cerraba los ojos y sabía ver en el atormentado cráneo de Jack Merrick un mapa, un paisaje de acantilado inglés oculto tras la niebla. Nunca contestó pero yo le escribía a cada circo y soñaba que los sobres llegaban a su carromato verde. Jack Merrick, Circo Insólito, barraca número 13, su mano de animal rasgando el papel, su mano de caballero alisando el pliego perfumado, leyéndome a la luz de una vela, a la vuelta de la función nocturna. Jack Merrick lloraría salvajemente sobre mis letras heridas, avergonzado de aquel horroroso llanto de mamut, vestido aún con su traje oscuro, calzado con los botines lustrosos de médico, sentado sobre la paja seca, recién cambiada por su amo.»

Patricia Esteban Erlés



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Vocabulario Fundamental. Viajes y Migraciones (9) Un mundo aparte -Capítulos 7 al 13-

“13 etnias apartadas, 13 contextos diferentes, 13 capítulos. Un solo viaje.” Y tres amigos, tres tipos conscientes de tener, al menos durante dos años, el mejor trabajo del mundo. Acá van el resto de capítulos de la serie documental «Un mundo aparte». Disfrútenlos. 

7. Laberinto Amazonas

Desde Cartagena de Indias hasta Canaima, para luego pasar al encuentro del Amazonas y el Río Negro donde tardamos tres días para llegar a las aldeas de los indios suruis.


8. El imperio de los hijos del Sol

Viajamos a las ruinas de Tiwanaku y al lago Titicaca, luego vamos a Perú para visitar Cuzco y Machu Picchu. Recorremos con una avioneta los desiertos de Chile y el paisaje del sur de Bolivia.

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9. Herederos de los Andes

Abrimos la etapa argentina en las cataratas de Iguazú, luego seguimos por Buenos Aires y La Pampa. Navegamos entre témpanos de hielo y conocemos a los tehuelches, últimos indígenas al sur de América.


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10. Los reinos olvidados de África

En Sudáfrica disfrutamos de los contrastes de las ciudades y la fauna salvaje. Viajamos a Kimberley, la ciudad de los diamantes y los reinos de Suazilandia y Lesoto, que nos enseñan el valor de la supervivencia.

11. Más allá de los desiertos

Visitamos Namibia, empezando por el Cañón del Río Fish. Seguimos por las dunas más grandes del mundo en la ciudad Fantasma de Kolmanskop. También convivimos con los himbas, en una de sus aldeas apartadas.

12. El hombre entre las bestias


Nos dirigimos a Livingston desde el P.N.Etosha, para luego acercarnos a la fauna espectacular en el Bajo Zambeze. En Tanzania, los masai nos enseñan a sobrevivir en la precariedad, junto al Kilimanjaro o al cráter del Ngorongoro.


13. Siguiendo la estela del Nilo

Seguimos la estela del Nilo Azul, donde visitamos los templos ortodoxos y Gondar. Llegamos a las pirámides de Giza, y a los templos de Karnak. Bordeamos el mediterráneo hasta llegar a casa.

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Vocabulario Fundamental. Infancia (18) El triste destino de los niños indígenas

El pasado 20 de noviembre se celebraba el Día Internacional de la Infancia y bueno, aunque no pudimos publicar este post en esa fecha oficial, es evidente que eso es lo de menos cuando se trata de recordar a algunos de los niños más desvalidos y menos tenidos en cuenta por nuestras sociedades depredadoras, los niños de los pueblos indígenas, cuyos pueblos han sido acosados y arrancados del modo de vida ancestral que les ha permitido vivir durante siglos en su medio natural, de forma digna y de acuerdo a sus usos y costumbres tradicionales. Es por ello que hemos incorporado a nuestra web un reportaje de Survival International sobre ellos, los pequeños indígenas que aún sobreviven en el mundo y deberían ser el futuro de sus pueblos y que cada vez más son abocados a un destino desdichado, de drogas, desarraigo y alienación, que en demasiadas ocasiones les lleva a terminar con su vida.


Los niños indígenas abocados al suicidio y la adicción

Con motivo del Día Internacional de la Infancia, que se celebra el 20 de noviembre, una nueva fotogalería de Survival International destaca los alarmantes niveles de suicidio y el desmoronamiento social entre los niños y las niñas indígenas cuyas tierras les han sido arrebatadas. Desde la selva húmeda de la Amazonia hasta la tundra siberiana, los niños indígenas son los herederos de las lenguas, formas de vida y el conocimiento ambiental únicos de sus pueblos. Sin embargo, a lo largo de siglos estas tierras han sido taladas, minadas y quemadas y a los indígenas de estos territorios rara vez se los consulta, y con frecuencia se los expulsa. A menudo la pérdida y la destrucción de sus tierras se encuentran en la raíz del sufrimiento de los niños. La mortalidad infantil, la adicción y el suicidio juveniles (así como enfermedades crónicas y una esperanza de vida reducida), son algunas de las consecuencias de intentar asimilar forzosamente a los pueblos indígenas y sus hijos en las culturas dominantes.

Survival revela nuevas cifras impactantes que muestran que la diabetes tipo 2 afecta a niños innus del noreste de Canadá. El estilo de vida de los innus era el propio de los cazadores nómadas, pero desde que se los presionó para instalarse en asentamientos fijos a mediados del siglo XX, las tasas de suicidio, adicción y diabetes se han disparado. Nuevos hallazgos también muestran que el exceso de caza en la selva de los pigmeos bakas, en la cuenca del Congo, ha traído como consecuencia deficiencias proteínicas entre sus niños. También señalan que en la República del Congo los comerciantes contratan a niños pigmeos para limpiar letrinas a cambio de pegamento para inhalar. 

La galería de Survival explora cómo las niñas de la tribu más amenazada de la Tierra, los awás de Brasil (uno de los últimos pueblos indígenas nómadas del país) aprenden a recolectar bayas para hacer jugo de açaí desde una edad temprana, y cómo los jóvenes bosquimanos en el sur de África aprendían a cazar con arcos y flechas de juguete. Pero la supervivencia de la tribu está en riesgo ya que su selva está siendo talada más rápido que cualquier otra zona indígena en Brasil, abocando a los awás al borde de la extinción; también los bosquimanos están siendo empujados fuera de su tierra ancestral por el Gobierno de Botsuana.

El director de Survival, Stephen Corry, dijo hoy: “Mientras celebramos la extraordinaria diversidad de la vida tribal en el Día Internacional de la Infancia, no debemos olvidar que su sola existencia está bajo amenaza. A menos que los gobiernos protejan los derechos de los pueblos indígenas a su tierra y autodeterminación, sus hijos se enfrentan un futuro incierto y desalentador”.

La mayoría de los pueblos indígenas tienen una visión extensa de la vida: toman en cuenta en sus decisiones diarias la salud futura del ambiente y el bienestar de las generaciones sucesivas. Si pretendemos que las vidas de los niños indígenas de hoy sean incorruptibles por la opresión, la explotación y el racismo, los gobiernos y empresas que actualmente violan sus derechos deben adoptar un marco de pensamiento igualmente sustentable y ver más allá de las ganancias políticas y comerciales inmediatas.

La problemática de los pueblos indígenas se está impulsando cada vez más en esferas políticas y culturales. Pero aún siguen siendo vulnerables, en buena parte porque sus tierras aún son codiciadas. Su necesidad urgente es que personas de todo el mundo se unan al movimiento de Survival y ayuden en su incansable lucha para que estos sean vistos como iguales. Un mundo en el que los niños indígenas sean libres de vivir junto a sus familias en sus propias tierras del modo que elijan es su prerrogativa. Para lograrlo hay que partir del reconocimiento de dos derechos humanos fundamentales: el derecho al territorio y a la autodeterminación.

No estamos aquí por nosotros. Estamos aquí por nuestros hijos y los hijos de nuestros nietos.
Bosquimano de Botsuana.


Awás (Brasil)

En la frondosa selva de la Amazonia brasileña, se enseña a sobrevivir desde temprana edad a los hijos de los indígenas awás. Los niños juegan con arcos y flechas en miniatura para aprender las habilidades de un cazador exitoso. Las niñas aprenden cómo recolectar frutas y hacer jugo de açaí. Todos los niños desarrollan un conocimiento enciclopédico de la selva que los rodea.


Este conocimiento, sin embargo, está en peligro. La selva de los awás está desapareciendo a una velocidad más rápida que cualquier otra zona indígena en Brasil: cerca del 30% de una reserva awá legalmente protegida ya ha sido talada por los madereros y ganaderos. «Los foráneos están viniendo y es como si nuestra selva estuviera siendo engullida», dijo Takia, un hombre awá. Los awás no contactados y sus hijos son particularmente vulnerables a las fuerzas externas: un resfriado común podría matar a toda una comunidad ya que los indígenas aislados tienen poca resistencia frente a las enfermedades que vienen de fuera.

Guaraníes (Brasil)

Se cree que los guaraníes de Brasil fueron uno de los primeros pueblos en ser contactados después de que los europeos llegaran a Sudamérica. Una vez habitaron una extensión de bosques y llanuras en Brasil de casi unos 350.000 kilómetros cuadrados. Hoy en día, tras haber perdido la mayoría de su territorio, viven hacinados en pequeñas parcelas de tierra y rodeados de ganaderos y vastos campos de soja y caña de azúcar. Algunos no tienen ninguna tierra y viven en campamentos junto a los bordes de las carreteras.

En los últimos 30 años más de 625 indígenas guaraníes se han suicidado. La mayoría de las víctimas tienen entre 15 y 29 años de edad, pero la víctima más joven de la que se tiene registro tenía solo 9 años.

«Los guaraníes se están suicidando porque no tenemos tierra», dijo un hombre guaraní. «Antes éramos libres; ahora ya no somos libres. Por eso nuestros jóvenes miran a su alrededor y piensan que no queda nada. Se sientan y piensan, olvidan, se pierden y al final se suicidan.»

Bosquimanos (Botswana)

Crecí cazador, dijo Roy Sesana. No puedo leer libros, pero sé cómo leer la tierra y los animales. Todos nuestros niños lo saben.

Los bosquimanos son los habitantes originarios del sur de África. Por miles de años han desarrollado prácticas de caza que les han permitido satisfacer las necesidades de la comunidad sin destruir el entorno local.

A los niños pequeños se les daban arcos y flechas de juguete para cazar ratas y pequeños pájaros y se les enseñaba a matar liebres saltadoras o a hacer mantas con las pieles de gacelas oryx. Las niñas, desde una edad tan temprana como los 5 años, ayudaban a sus madres a recolectar plantas, bayas y tubérculos. Niños y niñas aprendían a ser tanto humildes como valientes y se les enseñaba que la generosidad era admirable y el egoísmo algo a rechazar.

Hoy en día, sin embargo, tras las expulsiones forzosas de sus terrenos de caza en la Reserva de Caza del Kalahari Central (CKGR según sus siglas en inglés), muchos niños bosquimanos viven en miserables campos de reasentamiento a los que llaman “campos de la muerte”, en los que prolifera el SIDA y donde una vida privada de la caza y de rituales tradicionales arraigados en el tiempo fomenta la depresión y el alcoholismo.

Los hijos de los bosquimanos solo pueden entrar libremente a la reserva hasta los 16 años de edad. Después, tal y como le sucede al resto, solo se les admite con permisos de un mes de duración. En septiembre de 2013 Survival International lanzó un boicot turístico a Botsuana por los continuos intentos de forzar a los bosquimanos a salir de su tierra ancestral en la Reserva de Caza del Kalahari Central, mientras promueve la reserva como un destino turístico y utiliza imágenes de los bosquimanos y de sus hijos en su material promocional. A menos que a todos los bosquimanos se les permita regresar sin impedimentos a sus tierras ancestrales, sus hijos no heredarán las formas de vida únicas de sus bisabuelos sino una vida de dependencia, desesperación y enfermedad, dice Stephen Corry, director de Survival.


Yanomamis (Brasil)

Los niños yanomamis de la Amazonia brasileña aprenden a “leer” las huellas de los animales, utilizan la savia de las plantas como veneno y trepan por los árboles amarrando sus pies con lianas. «En aquellos días mi madre siempre me llevaba con ella a la selva para buscar cangrejos, peces con timbó o recolectar frutos silvestres», dice Davi Kopenawa, portavoz del pueblo yanomami. También solía ir con ella a los campos cuando necesitábamos cosechar yuca, plátanos o cortar leña. A veces, los cazadores también me llamaban de madrugada cuando iban a salir hacia la selva. Así es como crecí yo en la selva.

En los últimos años ha habido informes alarmantes de que las adolescentes y jóvenes yanomamis han sido víctimas de abuso sexual por soldados del ejército brasileño. Tras haber sido engatusadas con regalos de comida y alcohol, el abuso sexual ha derivado en embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea y la sífilis. Cuando el ejército llegó, empezaron a molestar a los indígenas, dijo Davi Kopenawa. Pidieron a las mujeres que durmieran con ellos y les dieron comida de arroz y harina. Ellos usaban a nuestras indígenas. Ahora están enfermas. Los soldados les han transmitido enfermedades.; las mujeres están enfermas de gonorrea y sífilis.

Pigmeos (Congo)

En la cuenca del Congo una madre “pigmea” lleva consigo a su bebé mientras recolecta plantas silvestres y nueces en la selva. Por décadas los pigmeos han sido víctimas del despojo de sus tierras en el nombre de la conservación y también han sufrido de las consecuencias de la minería, la tala de madera y la producción de aceite de palma. Actualmente hay planes para explotar hierro y otros minerales en la región fronteriza entre Camerún y el Congo. Esto traerá la irrupción de un ferrocarril y una gran afluencia de obreros que destruirán de los medios de vida de miles de pigmeos bakas.

La salud de muchos bakas, mbendjeles y otros niños pigmeos de muchas regiones ha sufrido distintos problemas tras la sedentarización, debido a una nutrición deficiente, por ejemplo, y a la alta incidencia de enfermedades contagiosas. Cazar en la selva húmeda de África Central se está volviendo cada vez más difícil debido al exceso de caza (como consecuencia de la demanda de carne de animales salvajes en los campamentos madereros y en ciudades de toda la región) y a la confiscación por parte de las autoridades de carne de animales salvajes cazados legalmente en muchos de los parques nacionales de la zona.

En la República del Congo algunos niños pigmeos mbendjeles también están siendo empleados por inmigrantes comerciantes para limpiar letrinas. A menudo su único pago consiste en pegamento para inhalar.

Innus (Canadá)


El noreste de Canadá es una explanada subártica de tundra, lagos y bosques. Hasta la segunda mitad del siglo XX, los innus vivieron aquí como cazadores nómadas que dependían principalmente del pastoreo de caribúes que migraban a través de su tierra cada primavera y otoño.


Sin embargo, durante las décadas de 1950 y 1960, los innus fueron presionados por el Gobierno canadiense y la Iglesia católica para establecerse en comunidades fijas. El despojo del lugar que ellos llaman “Nitassinan” condujo al desempleo, a problemas crónicos de salud como la diabetes y a niveles alarmantes de suicidio e inhalación de gasolina entre los niños innus.

Al preguntar a los jóvenes innus cómo se sienten al crecer en los asentamientos, responden una y otra vez: nos hace avergonzarnos de ser innus.

(La imagen muestra al niño innu Davis Inlet, en Canadá)

La inhalación de pegamento también es un problema serio entre niños y adolescentes innus; la obesidad y la diabetes están igualmente generalizadas. Los niños y jóvenes innus de entre 10 y 18 años están siendo diagnosticados de diabetes tipo 2, una enfermedad occidental que solo se desarrolló luego de que los innus fueran presionados para establecerse en comunidades fijas. La diabetes tipo 2 fue en su momento un factor de riesgo extendido entre personas mayores de 40 años. Ahora muchos jóvenes innus son diagnosticados a comienzos de la veintena. Los expertos médicos consideran que los jóvenes con diabetes tipo 2 tienen el doble de riesgo de morir en comparación con quienes padecen diabetes tipo 1, y en menor tiempo.


Yo recuerdo que, cuando era niño, hace unos quince años, aquí no había diabetes ni cáncer. «Nuestros abuelos cazaban y se alimentaban de forma saludable con los productos de la tierra», explica Michel Andrew, un hombre innu de Sheshatshiu. La diabetes ha alcanzado proporciones de epidemia en las comunidades indígenas y pone su misma existencia en riesgo.


Penanes (Malasia)

Los penanes, del estado malasio de Sarawak, llevan bloqueando la presa de Murum desde septiembre, pidiendo mejor compensación y más tierras. La presa inundará el hogar tradicional en la selva de las tribus penanes y kenyahs.

En noviembre de 2013 ocho penanes, incluido un niño de unos 13 años, fueron arrestados en el emplazamiento de la presa y llevados en custodia por la policía. Otros dos penanes, incluido un niño con cerca de 16 años, fueron detenidos cuando intentaban visitar a sus familiares en la estación de policía.






Chakmas y Jummas (Bangladesh)


© David Brunetti / davidbrunetti.com/

Una madre chakma en Bangladesh coloca a su hijo recién nacido en un cesto tradicional llamado dhulon, y le canta nanas o canciones de cuna conocidas como olee daagaanaa.

Desde que Bangladesh se independizó de Pakistán en 1971, el pueblo indígena jumma de las Chittagong Hill Tracts, en la montañosa región sureste, ha soportado algunas de las peores violaciones de derechos humanos en Asia.

Amables, compasivos y tolerantes con otras religiones, los jummas se diferencian étnica y lingüísticamente de la mayoría bengalí. Hoy en día, los jummas también son uno de los pueblos indígenas más perseguidos. La brutalidad sexual ejercida contra las niñas y mujeres jummas es abrumadoramente alta. La violación a menudo presenta un subregistro debido al estigma social. Desde los inicios de 2013 ha habido al menos once casos registrados de violencia sexual cometidos por colonos bengalíes contra niñas jummas. De ellos, siete incluyen a niñas de menos de 16 años.

Se ha hecho poco para perseguir a los perpetradores de estos crímenes, dice Sophie Grig de Survival International. Esto deja a las mujeres y niñas jummas en una posición altamente vulnerable mientras sus atacantes actúan con impunidad.

Vocabulario Fundamental. Viajes y Migraciones (8) Un mundo aparte -Capítulos 1 a 6-


Uno de los mejores programas autoproducidos por nuestra televisión pública en los últimos años es «Un mundo aparte», una serie documental filmada durante el viaje de dos años (entre 2006 y 2008) que tres compañeros, tres amigos, tres viajeros, realizaron a través del mundo, alrededor de 50 países, en busca de algunas de las últimas culturas indígenas que aún habitan nuestro planeta. La expedición, compuesta por el palentino Daniel Landa, el sevillano José Luis Feliu y el cámara argentino Alfonso Negrón, recorre a lo largo de 13 capítulos los parajes más espectaculares de la Tierra y es testigo de las culturas aborígenes del siglo XXI, conviviendo con ellas y mostrando su realidad en el mundo global contemporáneo. Por todo ello, la última vez que ha sido programada por La2 hemos puesto a grabar nuestro dvd-hd para poder divulgar en nuestro blog los trece capítulos de esta impagable serie documental que ante todo reivindica una forma distinta de viajar y de acercarse a las gentes que pueblan el mundo. En fin, aquí van los primeros cinco capítulos, por si alguien no los ha visto o quiere volver a verlos. Los siguientes los publicaremos (4+4) en dos próximas entradas.

De España a Cabo Norte, de San Petersburgo a la Península de Kamckatka, de Alaska a Tierra del Fuego y de Ciudad del Cabo a Estambul. Las grandes travesías del mundo se unen en un solo viaje en ‘Un mundo aparte’. La ruta recorre los parajes más espectaculares de la Tierra y  alrededor de cada desierto, jungla o glaciar, la expedición descubrirá, junto al espectador, las comunidades que lo habitan. Los viajeros cruzarán en coche geografías extremas y entornos naturales que marcan las formas de vida de los pueblos indígenas. La expedición será testigo de las culturas aborígenes del siglo XXI y convivirá con ellos mostrando su realidad, lo que permitirá a los espectadores comprobar la comunión entre las tradiciones más arraigadas y el progreso, la influencia de Internet, el cambio climático y una pauta común de todos los indígenas del mundo: el amor por la naturaleza.


Daniel Landa y José Luis Feliu se encargarán de presentar los diferentes rincones del mundo, poniendo rostro a la aventura tanto en los momentos emocionantes como en los difíciles. Ambos compartirán la gastronomía con los lugareños, serán testigos de sus tradiciones y conversarán con los verdaderos protagonistas de esta historia: los indígenas. Por otro lado, la figura del operador de cámara, invisible, con su particular visión del mundo, pondrá voz a la serie, guiando al espectador a lo largo del recorrido.


1. Los últimos indígenas de Europa

Desde Sevilla, comenzamos una travesía insólita alrededor del mundo. Las ciudades de Europa marcan el pulso del primer tramo, pero queremos acercarnos a los saamis, que viven más allá del Círculo Polar Ártico. Después de bordear los fiordos noruegos nos acercamos al lago Inari y allí encontramos a los últimos aborígenes de Europa. Pescamos salmón con ellos y nos hablan de la dura vida con los renos, en invierno. Antes de viajar al sur nos despedimos de este tramo del camino en Cabo Norte.

2. Nómadas de las estepas

La expedición comienza en San Petersburgo y Moscú para cruzar Rusia en el Transiberiano, para pasar por Mongolia, y conocer su cultura budista. Termina el viaje a camello por las dunas del Gobi.

3. Los hombres del hielo

El último paso asiático nos acercará a los habitantes de los hielos. Visitamos la Península de Kamchatka, Seúl y Alaska, donde convivimos con los esquimales a -50ºC, quizás, la experiencia más extrema del viaje.

4. Las mil caras de Norteamérica

Cruzar El Valle de la Muerte conseguirá acercarnos desde San Francisco hasta Las Vegas. Disfrutaremos de la tierra de los Navajos, en Monument Valley.


5. El mundo de los mayas

Atravesamos México desde los barrancos del Norte hasta su capital. Y desde allí iniciamos un recorrido por las ruinas que nos dejaron los mayas en Yucatán y Chiapas. Llegamos hasta Honduras y Belice para completar el recorrido

6. A orillas del mar Caribe

Conocemos las comunidades menonitas de Belice y las aldeas de los garifunas en Honduras. Visitamos las tierras de los volcanes y selvas en El Salvador y Nicaragua, y disfrutamos de la naturaleza de Costa Rica y Panamá. 

https://dailymotion.com/video/x14qq1k

Vocabulario Fundamental. Agua (4) Belo Monte, anuncio de una guerra

Hoy publicamos «Belo Monte, anuncio de una guerra», un documental que aborda la intensa lucha que protagonizan desde la década de los ochenta más de 18 grupos indígenas que habitan las tierras y riberas del río Xingú, en la Amazonía brasileña, frente al mega-proyecto hidroeléctrico Belo Monte, que promete llenar de presas hidroeléctricas todo el trayecto de este río brasileño. El proyecto es criticado por organizaciones ecologistas y de derechos humanos como Survival International (organización de la que el Juez Roy Bean es orgulloso socio) pues anegaría una extensa área de tierra, desecaría partes del Xingú, destruiría grandes áreas de la selva circundante (causando una catástrofe ecológica de imprevisibles consecuencias) además de reducir las reservas de peces imprescindibles para la supervivencia de distintos pueblos indígenas de la zona, como los kayapó, cuyo líder viajó a Europa para denunciar el proyecto y sus efectos sobre los pueblos indígenas. De hecho los indígenas kayapó y otros pueblos indígenas de la zona como los arara, juruna, araweté, asurini y parakana llevan protestando contra la presa desde que su construcción se propuso al inicio de los años ochenta.

El material de este documental es producto de 120 horas de filmación captadas durante 2 años de trabajo, y recoge opiniones a favor y en contra de diversas personas involucradas en el proceso, desde políticas a caciques indígenas, pasando por ambientalistas y personas interesadas en los empleos que generaría la empresa hidroeléctrica. El equipo de documentalistas viajó a Altamira, Brasilia, São Paulo, y estuvo en tres oportunidades con comunidades indígenas que viven en las riberas del Xingú, y que están amenazadas por las obras. En él también se demuestra algo que los promotores de la presa esconden, el hecho de que para ser viable, la represa de Belo Monte necesitaría de otras represas aguas arriba para garantizar un año de flujo circulante de agua, lo que significaría la inundación de más bosques. La afluencia de inmigrantes a la zona durante la construcción de la presa amenaza con introducir la violencia en la zona y contagiar enfermedades a estos indígenas, de forma que se ponga en riesgo sus vidas. De hecho el departamento de asuntos indígenas del Gobierno Brasileño, la FUNAI, ha afirmado que podría haber algunos indígenas no contactados en las cercanías de la presa. Para estos indígenas el riesgo sería mayor, pues tienen muy poca resistencia frente a enfermedades del exterior que podrían ser mortales para ellos.

Además de la posición de múltiples movimientos sociales y organizaciones ambientalistas como Amazon Watch y el Movimento Gota d’ Água, muestra el complejo tema de la producción energética en Brasil, cuyas críticas, propuestas, movilizaciones, pronunciamientos y hasta amenazas de guerra, han puesto en jaque al gobierno de Dilma Rousseff. Lo que hasta ahora sabemos es que el Tribunal Supremo brasileño ha autorizado la reanudación de las obras a pesar de que previamente a la decisión del Supremo, la Procuradoría General de la República manifestó su postura favorable a la paralización de la construcción, con el argumento de que los indígenas de la región no habían sido consultados. Sin embargo, el presidente del Alto Tribunal brasileño precisó que el fallo favorable a la reanudación no impide que su decisión sea revisada tras un análisis más detallado del caso. De acuerdo con esta versión, en su fallo el magistrado solicita más información al Tribunal Federal de la Primera Región, con sede en Brasilia, que determinó la paralización de las obras. Es decir, la lucha legal sigue abierta y por ello nos mantendremos vigilantes y haremos nuestra pequeña labor para impedir que este masivo engendro de cemento pueda domar el caudal de agua del Xingú, destruyendo con ello la rica vida salvaje, humana y animal, de la región. El docu está subtitulado en inglés (y portugués) pero se entiende bien. Paremos entre todos el puto Belo Monte para que el río Xingú pueda seguir inundando de vida la selva brasileña. 



http://vk.com/video_ext.php?oid=197564815&id=164404633&hash=bd1fc3ec3d0a78ff&hd=3