Ciclo de cine clásico USA (13) ‘Simple men’, de Hal Hartley

«There’s no such thing as adventure. There’s no such thing as romance. There’s only trouble and desire.»

Hoy tenemos el honor de incorporar a nuestro blog una de las películas de cine independiente estadounidense preferidas por el Juez Roy Bean, uno de los filmes que más veces ha visto, la surrealista, divertida y desesperadamente romántica «Simple men», dirigida en 1992 por el realizador norteamericano Hal Hartley. Nos ha costado mucho encontrarla en calidad dvd y versión original, pegarle los subtítulos y subirla a nuestro VK, pero aquí está para quién quiera disfrutarla. Quien conozca la obra fílmica de Hal Hartley reconocerá su inconfundible estilo en ella, como en casi todo su cine. Trust (realizada en 1990 y junto con Simple men, sus obras maestras absolutas), ‘Amateur’ (1994), Flirt (1995) y Henry Fool (1997) participan también de las mismas atmósferas de gente de mediana edad bastante desubicada sentimental y profesionalmente que busca su lugar en el mundo y la persona que les ame o les complique la vida en unos peculiares microuniversos situados en varias ocasiones en su Long Island natal. También las publicaremos en este ciclo de cine clásico norteamericano en futuras entradas para conformar un quinteto de obras de Hartley en su mejor momento, los años noventa. Porque a pesar de ser puro cine independiente, el cine de Hartley forma parte de la mejor cinematografía norteamericana de esa década. Su obra en el siglo XXI la conozco menos así que tendré que actualizarme.


Pero hoy comenzamos con ‘Simple men’, mi preferida. Una road movie de argumento muy simple: los dos hermanos Bill y Dennis McCabe buscan a su padre, Bill McCabe, un viejo e icónico ex-jugador de beisbol anarquista al que busca la policía, acusado de un poco claro atentado contra el Pentágono hacía 24 años. Siguiendo sus pistas se van encontrando por el camino con unos personajes tan inadaptados y excéntricos como ellos, con los que les suceden extrañas interacciones que les llevarán (o no) por las pistas que ha ido dejando su padre. Hartley conduce a sus extrañados y lacónicos personajes en una búsqueda eterna de amor, deseos sobrevinientes y problemas reales y existenciales desarrollados en unas conversaciones desopilantes, en apariencia intrascendentes pero cargadas de significados.

Y esa magistral escena del baile que comienza con un grito visceral de Martin (Martin Donovan): «¡¡¡Estoy harto de este silencio!!!» al que sigue un baile memorable (con pareja falling in love al fondo) tan enrabietado como sinuoso, de ‘Kool thing’ de Sonic Youth. Y esa estremecedora escena final, ese poético y redundante sin quererlo ‘don’t move’ del policía que quiere detener a un hombre que se acurruca en la mujer de cuyos brazos nunca más querrá moverse. Una escena seguida, ya en los créditos finales, por dos magníficas piezas instrumentales a la guitarra compuestas e interpretadas por el propio Hartley con el pseudónimo Ned Rifle y que el Juez Roy Bean solía escuchar de nuevo tras acabarse los créditos en su cinta vhs, grabada en aquellos años locos en que a altas horas de la madrugada en La2 aún ponían cine de calidad en versión original subtitulada. En fin, es Simple Men en mi blog, al fin… Son los hermanos McCabe en busca de su padre y de sí mismos, es romance, problemas y deseo. Pura magia hecha cine.