Vocabulario Fundamental. Comida (19) Otra agricultura es posible









¿Qué tienen en común millones de trabajadores sin tierra en Brasil, unos microbiólogos en Francia, la mayor plantación orgánica en Ucrania y las granjas experimentales en la India? Su lucha: mejor calidad de la tierra y acceso a semillas. Sus metas: autosuficiencia agrícola y mejor uso de los recursos limitados. 

‘Solutions locales pour un désordre global’ es un documental del año 2010 dirigido por el francesa Coline Serreau que explora las distintas alternativas que la agroecología o agricultura orgánica ofrece para reformular el modelo agrícola mundial y solucionar sus enormes carencias y servidumbres a grandes corporaciones como la archivillana Monsanto. Para realizar este documental, Serreau necesitó tres años para recorrer varios países como India, Brasil, Francia y Ucrania para retratar a hombres y mujeres comprometidos con el entorno natural donde desarrollan ideas tan sencillas como sostenibles y rentables que podrían solucionar los desórdenes agrícolas mundiales. 

Vocabulario Fundamental. Agua (11) Esplendor acuático en las Tablas de Damiel


Por una vez podemos reconfortarnos con un paraje natural que, después de haberlo pasado muy mal por la mala gestión humana, ha podido recuperarse. Los famosos ojos del Guadiana han vuelto a brotar y el inestimable ecosistema de Las Tablas de Daimiel ha podido recuperar sus niveles de agua y sus acuíferos, tras haber sido llevados a niveles de agotamiento por regadíos legales e ilegales, que fueron agravados con incendios subterráneos que amenazaban la existencia de este paraíso acuático que cobija tanta vida en plena La Mancha. 


Esplendor en Las Tablas

Brotan de nuevo los Ojos del Guadiana. Recuperados 8 kms del cauce del rio. El acuífero a 5 metros de la superficie.

RTVE Crónicas – Teresa Gray 30.05.2013


Una lección de geografía

«El Guadiana reclama ahora sus escrituras» es una de las frases que más hemos escuchado durante el rodaje. Con ella los manchegos se refieren al restablecimiento del cauce del río a su paso por la provincia de Ciudad Real. Cuando ya todos daban por extinguidos los Ojos del Guadiana, estos han vuelto a aflorar. Tras veintiséis años desaparecidos han brotado de nuevo gracias a la recuperación del acuífero 23 que durante años estuvo sobreexplotado por los agricultores. Alrededor de ese gigantesco depósito de aguas subterráneas hay cincuenta mil pozos legales y unos diez mil ilegales.


El abuso de las extracciones puso en peligro la supervivencia de las Tablas. Estuvieron a punto de sucumbir a los incendios subterráneos. Pero una vez más la naturaleza nos ha vuelto a sorprender y la abundancia de lluvias ha favorecido el renacimiento del parque.


El pozo de Pedro

La prueba de que el acuífero se ha recuperado la tienen los propios manchegos en sus casas. Pedro Rodríguez tiene una pequeña finca a las afueras de Daimiel…

También la proximidad del acuífero se ha visto en los colapsos que durante los últimos meses han aparecido en varias fincas de la zona. Son un fenómeno geológico que provoca el hundimiento del terreno dejando a la vista la cercanía del agua.

Los molinos hidráulicos

Hace mucho tiempo, incluso siglos, el Guadiana corría por la zona. De aquella época quedan los molinos hidráulicos aunque la mayoría está en ruinas porque dejaron de funcionar en 1950. En el entorno del espacio protegido vive Julio, el último pescador, el único superviviente de una forma de vivir de las Tablas. Tiene 84 años y sigue saliendo con su barquilla. Es uno de los mejores conocedores de la flora y la fauna y a su «casilla» acuden con frecuencia los guardas y también ex directores del parque.

El chatarrero ilustrado

Otro enamorado de la zona fue el pintor Ignacio Meco. Pasó los últimos años de su vida en su casa taller ubicada en la curva del río.

Vocabulario Fundamental. Agua (11) ‘Guadalquivir’, de Joaquín Gutiérrez Acha

Más que un río, el Guadalquivir es el cauce que une tres de los espacios naturales más importantes de España: Cazorla, Sierra Morena y Doñana. Esta película nos muestra la vida al paso de la corriente, los paisajes de estos tres grandes espacios en las diferentes épocas del año.

Comienza en otoño en las sierras de Cazorla y Segura, donde nace el gran río y el agua, más que fluir, se despeña por los riscos y cortados de piedra; son las tierras del águila real, el ciervo y la cabra montés. Siguen las laderas suaves y ásperas de Sierra Morena en invierno, los paisajes de las grullas, el buitre negro y el lince ibérico. El viaje aguas abajo concluye en Doñana, en primavera y verano, allí donde una barrera de dunas detiene al río antes de disolverse en el mar, las aguas se desbordan en las marismas y la biodiversidad alcanza los máximos niveles de toda Europa. En esta película aguas abajo, las imágenes y los sonidos de la naturaleza se combinan para ofrecer una experiencia sensorial, una inmersión en el medio natural a través de los sentidos.

Este documental, la producción más importante de cine de naturaleza rodada en España, está dirigido por Joaquín Gutiérrez Acha, naturalista, productor y cámara de documentales de vida salvaje. Sus trabajos han logrado una gran repercusión en el mercado internacional, logrando numerosos premios y siendo emitidos por televisiones de todo el mundo. “Guadalquivir” ha estado nominado al Goya al mejor documental y ha ganado el premio del Círculo de Escritores Cinematográficos en la misma categoría..http://vk.com/video_ext.php?oid=234565832&id=169152176&hash=1b026c822c829e20&hd=3

Vocabulario Fundamental. Comida (18) El Comidista y los alimentos con poder


Recogemos en nuestro blog un artículo de Mikel López Iturriaga en su blog El Comidista de El País sobre su estancia en Burkina-Fasso visitando a los pequeños agricultores locales y promocionando la campaña para la campaña Alimentos con poder de Oxfam Intermón. No se lo pierdan y anímense a participar.

En busca de los alimentos con poder

Por: Mikel López Iturriaga | 07 de noviembre de 2013


Bueno, pues ya has llegado a Burkina Faso. Ouagadougu es una ciudad casi tan fea como difícil de pronunciar. Tu habitación de hotel equivale a la de una pensión cutre española, aunque seguramente es de lo mejor que ofrece esta desvencijada capital. El baño te da un poco de miedo: los has visto mejor mantenidos en casas de asesinos de películas de terror. Y tus amigos los mosquitos anofeles te están esperando ahí afuera para darte un besito de buenas noches y contagiarte la malaria. ¿Quién coño te mandaría venir? Eso me decía mi yo europeo de clase media en las primeras horas que pasé en el África tropical. Por suerte, allí estaba también mi yo concienciado para replicarle: has venido a hacer algo bueno para gente que lo necesita, así que deja de pensar como un occidental malcriado. Compórtate como un hombre. Adáptate como si fueras un aventurero. Y sobre todo, barnízate de repelente contra los insectos.

Cosas que puedes hacer si has comido: educarte y curarte. / Ainhoa Gomá

Situado en el interior oeste del continente -sí, yo también tuve que mirar en Wikipedia-, y sin apenas recursos naturales, Burkina Faso no es precisamente Suiza. Tiene 17 millones de habitantes, el 86% de su población activa trabaja en el campo y la mitad de ella vive en condiciones cercanas a la miseria. Mi misión en el cuarto país menos rico del planeta era la de protagonizar un vídeo para la campaña Alimentos con poder de Oxfam Intermón, una organización no gubernamental de cooperación para desarrollo y lucha contra la pobreza a cuya filosofía siempre me he sentido muy cercano. No sé si muy sensatamente, pensaron que yo, como periodista/bloguero gastronómico medio famosillo, era la persona adecuada para ver y después contar que un puñado de arroz puede enseñar a leer, una mazorca de maíz puede prevenir el cólera y un mango puede luchar por los derechos de las mujeres.


Ella sí se aprendió los homónimos. / AINHOA GOMÀ

Me explico: no se trataba de asistir a ritos de magia ancestral africana ni de ponernos a hacer vudú con cuatro patatas. En nuestro mundo, llamamos “hambre” a sentir el estómago vacío y, como mucho, cierta debilidad pasajera. Pero el hambre con mayúsculas tiene otros efectos más devastadores. No te permite hacer nada. Ni educarte, ni trabajar, ni sobreponerte a las enfermedades, ni luchar por tus legítimos derechos, ni prosperar por mucho que te esfuerces. El hambre es un callejón sin salida, un no future más grande que el del punk. Por ello el arroz, la cebolla, el maíz y otros alimentos tienen el poder de permitirte llevar a cabo todas esas actividades que en nuestro opulento universo se dan por sentadas.

A la mañana siguiente a mi llegada, fuimos en coche hacia la central de la ONG en Ouagadougou a través de sus enormes e inhóspitas avenidas, que imaginé como unos Campos Elíseos en los que los nobles palacios decimonónicos hubieran sido sustituidos por desastrados edificios oficiales setenteros aislados entre chabolas. El director de Oxfam en Burkina, Omer Kabore, nos habló allí de sus proyectos más importantes, entre ellos, uno especialmente significativo: el de la transformación del mango

En el pasado, el excedente de esta fruta, muy abundante en su temporada, se pudría en muchos lugares. Pasada esta época, llegaban la escasez y la malnutrición. Con el apoyo de la ONG, una asociación local llamada Wouol creó varios centros para secarlo, y así poder venderlo en otros meses del año a un precio más elevado que el que obtendrían en la época de recogida. Hoy, 1.300 personas, la mayoría mujeres, trabajan en estas factorías, que exportan un excelente -y confirmo que adictivo- mango seco con certificación ecológica a Alemania. Cuando la producción de esta fruta se acaba, las mujeres emplean los meses restantes hasta la siguiente recogida transformando anacardo. Una tarea tan ímproba como minuciosa, pero con la que obtienen ganancias que les permiten vivir dignamente durante todo el año. “Es un ejemplo de éxito”, asegura Kabore. “Una referencia de desarrollo para todo el país”.


Oxfam también promueve iniciativas de producción de arroz y maíz, pero para verlas en acción hay que darse un pequeño paseo de seis horas en coche hacia el suroeste, por una carretera “internacional” -va de Mali a Costa de Marfil- que equivaldría a una comarcal española. En obras. El paisaje, verde y frondoso en el final de la estación lluviosa, pero tan llano y monótono como un disco de Jarabe de Palo, no distrae demasiado. Llegar a Bobo, la segunda ciudad del país, supuso un alivio, y más al comprobar que es más humana que Ouagadougou: aquí las calles son estrechas, hay tiendas, tienen un mercado de comida interesante y una mezquita antigua imponente.

Pero no estábamos allí para hacer turismo. Al día siguiente nos fuimos derechos a una escuela de Bama, un pueblo a unos 20 kilómetros. La visita fue una de esas experiencias que no se te olvida en la vida. En un aula bastante humilde pero digna, asistí a una clase de lengua francesa impartida a unos 70 niños cuya disciplina y entusiasmo participativo ya quisieran muchos profesores españoles. Me sentí un poco Angelina Jolie en Camboya o, en el peor de los casos, Tamara Falcó en Mozambique, pero grabar parte del vídeo aquí tuvo su sentido: estos críos pueden aprender algo porque han comido. Si no, no tendrían la energía suficiente para adquirir ninguna clase de conocimiento, y por eso la campaña dice que el arroz tiene el poder de enseñar. A pesar de que yo desayuné bien, no me entró la lección de los homónimos: debe de ser que no tengo ni idea de francés.

Algunas personas del Primer Mundo piensan que las ayudas a la cooperación con los países pobres son dinero tirado a la basura. “Por qué vamos a dar a otros si aquí lo necesitamos tanto”, claman. Si pudiera, yo les invitaría a viajar a Bama y visitar el centro de la Unión Nacional de Transformadoras de Arroz (Uneriz), una cooperativa creada con el apoyo de Oxfam Intermón. Allí podrían ver cómo un dinero concedido por la Junta de Andalucía para comprar equipamientos ha cambiado la vida de muchos seres humanos que hasta hace poco pasaban hambre.

630 personas trabajan en la transformación del arroz usando las instalaciones, dentro de una red de centros que emplea a más de 2.000 mujeres en todo Burkina. Lo precuecen con vapor y luego lo secan al sol, con lo que el cereal aumenta su precio y también su valor nutricional al difundirse las vitaminas del grupo B en el interior del grano. El trabajo es duro, ya que se hace con técnicas muy manuales y maquinaria rudimentaria. Las tinajas de arroz en las que se vaporiza el arroz emiten un calor y un humo que marea, al menos a un europeo blandengue poco acostumbrado a los padecimientos como yo. Las mujeres, muchas de ellas cargadas con niños pequeños a la espalda, arrastran sacos de 50 kilos de arroz. Pero tienen algo de lo que muchas de sus compatriotas carecen: un medio de subsistencia estable. De ganar unos 45 euros al mes en 2009 han pasado a 75. Cifras que suenan ridículas en Europa, pero que en Burkina suponen salir de la pobreza.

Trabajar duro. Y salir del hoyo. / AINHOA GOMÀ

Mi tercera jornada en Burkina amaneció, ¡sorpresa!, con un calor que te mueres. Sol abrasador. El tiempo perfecto para ir a ver a los cultivadores en los campos de arroz y socarrarse el cogote. Aun así, la experiencia valió la pena. Un agricultor me dejó su cuchillo, me agaché, probé a cortar unas cuantas ramas del cereal y me deslomé en unos tres minutos. El paisaje era de una belleza imponente, pero no quiero pensar lo que tiene que ser trabajar aquí, con tus pies hundiéndose en un limo grisáceo, tus riñones al jerez por la postura y unos cinco millones de mosquitos bailando la conga a tu alrededor.

Aunque las tierras burkinesas poseen un gran potencial para producir arroz, el producto local sólo cubre el 25% de la demanda. La inmensa mayoría de las explotaciones son pequeñas (de tres a seis hectáreas) y pertenecen a familias como la de La gran familia (11 miembros de media) en las que los hombres practican la poligamia. Oxfam busca incrementar la productividad con semillas mejoradas y abonos sostenibles que no empobrezcan el suelo. Y, como en el caso de las mujeres transformadoras, trata de propagar un mensaje entre los cultivadores: si se unen, tendrán más fuerza para negociar mejores condiciones de venta e influir en las políticas agrícolas.

El arroz es el cuarto cereal con mayor producción en el país, después del sorgo, el mijo y el maíz. A éste último dedicamos el último y quizá más emocionante día en la zona. El esquema de acción de la ONG se repite: a través de una organización local (FEBAP), apoyan a los hombres cultivadores y a sus mujeres transformadoras para que obtengan un mayor rendimiento de su trabajo. La diferencia es que, en la aldea que visitamos, nos dieron a probar los platos que hacen con los derivados del maíz. 

De vuelta a Ouagadougou para coger el vuelo a París nos quedaba una parada en un poblado cerca de la carretera en la que vimos la cara al hambre: niños con la tripa hinchada, mujeres tiradas en el suelo, miradas serias y sensación de subdesarrollo extremo. Pero en ese momento, gracias a la acción de Oxfam y de las personas que la apoyan, estábamos en un lugar donde la gente parecía razonablemente contenta.

Pastuflis, cuscús y pelotillas maravillosas que hacen con maíz. / Ainhoa Gomá



Mientras los hombres, para variar, se tocaban los pies, las mujeres prepararon un montón de platos diferentes con derivados del maíz -harina, grano tierno, cuscús- elaborados por ellas mismas. Algunos, como una versión aún más compacta de la polenta, resultaban un poco duros; otros, como unas bolitas de maíz y verdura con salsa de tomate y manteca de karité, eran una verdadera delicia. Viéndome catarlos y zamparme los que más me gustan, esta gente se desorinaba de la risa. Por fin me sentí en mi salsa: no sé si funcionaré como protagonista de una campaña para recaudar fondos, pero como bufón gastronómico, triunfé.

Vocabulario Fundamental. Agua (10) Agua S.A. El negocio de la privatización de los bienes básicos

Agua S.A.»El negocio de la privatización de los bienes básicos»

En Madrid se anunció cuando todavía estaba Esperanza Aguirre de Presidenta la privatización del Canal de Isabel II. Y en toda la comunidad se ha creado un movimiento para defender esta empresa pública que se encarga de todo el ciclo del agua. Esta tendencia ya comenzó en Catalunya y se está extendiendo por diversos municipios españoles, en los que se está intentando paralizar. El «negocio del agua» es la última delicia que, con los pretextos neoliberales habituales, pretenden convertir en fuente de beneficios para unos pocos.

Vocabulario Fundamental. Comida (17) ‘La surconsommation’

La surconsommation désigne un niveau de consommation situé au-dessus de celui des besoins normaux ou d’une consommation moyenne. (El sobreconsumo o consumismo designa un nivel de consumo por encima de las necesidades normales o de un consumo promedio.) 


Seis inquietantes minutos de imágenes que hablan por sí solas de en qué hemos convertido nuestra alimentación y el trato con los animales, seres emocionales y sufrientes, que sirven de comida a una humanidad voraz que lo consume todo. 

Vocabulario Fundamental. Agua (8) Hasta la última gota

Este documental de la serie francesa Supervivencia nos recuerda lo crítico que el vector agua resulta en las sociedades contemporáneas y repasa las soluciones tecnológicas para conservar y administrar los escasos recursos hídricos que tenemos. Desde bombardear nubes con yoduro de plata para provocar precipitaciones, el transporte de icebergs, optimizar la recolección de agua de lluvia, la desalinización de las aguas marinas, la racionalización de los cultivos agrícolas (que se llevan la gran mayoría del consumo de agua mundial), el reciclaje de las aguas residuales o simplemente el cambio de hábitos de consumo para intentar disminuir el consumo. Porque lo que primero tenemos que hacer es saber valorar y respetar el agua que sale de nuestros grifos, duchas e inodoros y riega nuestras cosechas, porque ese líquido vital es agua arrancada a los ecosistemas naturales y es fundamental para la supervivencia de la vida, también la humana, en nuestro planeta.

http://vk.com/video_ext.php?oid=197564815&id=165612111&hash=1e08da28df00ddcd&hd=1

Vocabulario Fundamental. Comida (16) La comida no se tira

Aprovechamos los dos documentales programados en La Noche Temática hace algunas semanas para componer nuestro 16º post sobre la alimentación. Estos reportajes nos muestran el enorme coste ambiental que tiene la superproducción de alimentos, las consecuencias que nuestro desbocado y muchas veces despilfarrador -casi un tercio de los alimentos producidos acaban en la basura- consumo de comida provocan en algunos de los más frágiles ecosistemas del mundo. 


La comida no se tira

RTVE.es / La Noche Temática 06.05.2013


El escándalo del despilfarro alimentario


Documental francés que muestra que más de mil millones de toneladas de alimentos, un tercio de la producción mundial, se tiran antes de llegar al plato. Desde el pescado que se arroja de nuevo al mar por violar las cuotas de la UE a las verduras no seleccionadas por no tener una forma o color adecuado. Hoy día, un número creciente de personas y organizaciones están decididos a cambiar la forma de producir y consumir alimentos. Pero en cuestión de despilfarro, un sector es el principal señalado: el de la gran distribución.

Más de mil millones de toneladas de alimentos, un tercio de la producción mundial, se tiran antes de llegar al plato. Desde el pescado que se arroja de nuevo al mar por violar las cuotas de la UE a las verduras no seleccionadas por no tener una forma o color adecuado. ¿Es esta cantidad de alimentos desperdiciados realmente inevitable? Hoy en día, un número creciente de personas y organizaciones están decididos a cambiar la forma de producir y consumir alimentos.

Los residuos de alimentos se han convertido en un tema urgente a tratar. Hay quien dice que todo lo que no se tira o transforma se dona a los bancos de alimentos, pero eso sólo representa, por ejemplo, el 10% del pescado que no se vende. Les paniers de la mer, “La Cesta del Mar”, una asociación benéfica, financiada con ayudas públicas y donaciones particulares, fue creada para recuperar el pescado no vendido para transformarlo antes de donarlo a las asociaciones de beneficencia. Sus resultados son ilustrativos. En 2009, sólo recuperaron 300 de las 3 mil toneladas condenadas a la destrucción por falta de medios logísticos.

El mismo tipo de despilfarro en el origen de la producción lo encontramos en la agricultura. Las frutas y verduras deben estar calibradas y con una apariencia perfecta. Cuando no es así, los mismos agricultores desechan entre el 15 y el 20% de su producción. Y los productos se pudren en el suelo o en las cajas.

  

¡Disfruten de la comida!

Documental alemán, que analiza el coste medioambiental para llenar a diario las mesas de comida. La deforestación de la selva para cultivar soja en Brasil o la destrucción de las tres cuartas partes de los manglares del mundo para construir criaderos de gambas plantean la reflexión de un consumo y producción responsable de los alimentos. Llenar nuestra mesa de comida tiene un importante coste medio ambiental. La deforestación de la selva para cultivar soja en Brasil o la destrucción de las tres cuartas partes de los manglares del mundo para construir criaderos de gambas plantean la reflexión de un consumo y producción responsable de los alimentos.

Los manglares son bosques que crecen en agua salada y son un refugio para peces jóvenes y gambas. Si estos bosques desaparecieran, la reserva natural de peces se vería gravemente dañada. Y aun así, se están destruyendo a una velocidad alarmante. Una gran parte de la selva del Amazonas, una zona más grande que Francia ha sido eliminada debido a la producción de soja. Como resultado, miles de plantas y especies de animales ahora están amenazadas. La soja se exporta en masa a Europa. No hace mucho tiempo sólo se podían comprar judías verdes durante unos pocos meses al año, en el verano. Al igual que las lechugas, fresas y, de hecho, todo tipo de frutas y verduras frescas hasta que algunos empresarios vieron que se trataba de una oportunidad demasiado buena como para desaprovecharla. ¿Por qué no tener judías frescas en Navidad? El clima de Kenia parecía ser la solución ideal. El país está situado en una zona ecuatorial, con unas llanuras inmensas, ideales para flores y verduras. Un día y medio después de la recolección, las judías verdes, tirabeques y habichuelas están en las estanterías de los supermercados. La exportación de judías verdes y flores le da muchísimo dinero a Kenia y también trabajo a millones de sus habitantes. Pero, ¿qué significa esta exportación para el hombre y la naturaleza? Texto RTVE