Los enigmas de China (8) Hong Kong, paraguas por la democracia


El hombre del paraguas’. Intervención artística que evoca a la diosa de la democracia y la libertad de los estudiantes de Tiananmen


En Portada. «Hong Kong, paraguas por la democracia»


En Portada viaja a Hong Kong para analizar la movilización de los paraguas
Es el principal reto al que se enfrenta Pekín desde la matanza de Tiananmen

En Portada – 09.01.2015

Jóvenes tras la estela de Martin LeeLa última vez que estuve en Hong Kong fue solo unos meses antes de que se produjese su traspaso de soberanía del Reino Unido a la República Popular China. En mi regreso para realizar este En Portada he comprobado que si entonces tuve la sensación de estar en un territorio con más sabor chino que británico, lo sorprendente es que en esta ocasión lo he percibido más británico, o mejor más internacional, que chino. Como comentaban algunos expertos, se esperaba que con el retorno a China los hongkoneses aprendiesen, sobre todo los jóvenes, a amar a la madre patria, pero eso no ha sucedido y aunque se sienten chinos, añaden que son de Hong Kong.

En el bautizado como ’Muro de Lennon’ gente anónima dejó plasmados sus deseos y mensajes de apoyo

Fue en 1996 también cuando conocí a Martin Lee, fundador del Partido Democrático y “padre de la democracia de Hong Kong”, calificativo que él rechaza. Entonces, parecía que solo él y algunos más luchaban por las libertades en un Hong Kong más preocupado por las finanzas, la economía y los negocios. Hoy, Martin Lee sigue siendo una figura importante del movimiento pro democracia, pero ya no está solo y son los jóvenes los que ahora enarbolan la lucha.

Un movimiento nacido y crecido en casa

Nos hemos encontrado con unos jóvenes que quieren más democracia y libertades. Pero, frente a las «revoluciones de las plazas», el movimiento de los paraguas se centra en la desobediencia civil, en la no violencia y no busca acabar con el sistema ni la independencia de China. Nada que ver con las revueltas árabes o con el Maidán ucraniano. La injerencia extranjera no ha existido, es un, como ellos dicen, «home grown movement”, un movimiento nacido y crecido en casa, es decir en Hong Kong.

El centro financiero de Hong-Kong, convertido en improvisada galería de arte desobediente.

Una ocupación de dos días que se prolongó durante más de dos meses. Bien es cierto que cuando llegamos ya se veía claramente que había una división en la sociedad y también en el mismo movimiento entre los que defendían seguir ocupando las calles y los que mantenían que había que seguir la lucha por otros cauces. La falta de un liderazgo único es sin duda un punto de debilidad del movimiento. Los mayores, los profesores que idearon “Occupy Central” (Ocupa el Distrito Central) habían previsto una ocupación de solo un par de días y la desobediencia civil. Los jóvenes, sin embargo, pensaron en una ocupación más larga –al final fueron 79 días-. Y la verdad es que cuando estuvimos daba la impresión de que la ocupación moría día a día.

El movimiento pro-democracia tuvo un caracter pacífico, evocador de iconos del pacifismo como Lennon, Gandhi o Martin Luther King

El régimen comunista en Pekín y el ejecutivo de Hong Kong optaron por no hacer concesiones y esperar a que el cansancio hiciese mella en los propios manifestantes y que la población terminase exigiendo su desalojo por las molestias y atascos que provocaban. Y esa estrategia ha dado resultado, al menos de momento. Las calles volvieron a la normalidad y los estudiantes a las aulas a mediados de diciembre.

¿El final del movimiento de los paraguas?

El final de la ocupación no es el final del movimiento de los paraguas. Los mismos manifestantes ya advirtieron que volverán y que solo ha sido el comienzo. Pekín se encuentra ante un gran desafío, el mayor desde la masacre de Tiananmen. La represión violenta le puede acarrear consecuencias muy negativas a nivel internacional y no va a permitir una subversión en Hong Kong ni que el movimiento se pueda extender a otras partes de China. Pero la nueva generación de hongkoneses, los jóvenes, también han dejado claro que van a plantarle cara y que no le tienen miedo. Y las dos partes saben que se necesitan.

Vocabulario Fundamental. Asesinato (12) Ellacuría, crimen sin castigo

Este 16 de noviembre se han cumplido 25 años del asesinato de Ignacio Ellacuría y otros cinco jesuitas por el ejército salvadoreño en la Universidad Centroamericana de El Salvador. Ellacuría, partidario y altavoz del diálogo con la guerrillla y la Teología de la Liberación y dado su prestigio intelectual y su valiente denuncia de la situación del país se había granjeado la enemistad de algunos sectores financieros y militares que le habían amenazado con insistencia para acallar su voz. El 16 de noviembre de 1989 sería asesinado por un pelotón del batallón Atlácatl de las Fuerzas Armadas de El Salvador, bajo las órdenes del entonces coronel René Emilio Ponce, en la residencia de la Universidad. Hace cinco años, nuestro programa periodístico de referencia En Portada trataba en un reportaje de responder algunas preguntas que entonces y ahora permanecen abiertas sobre este crimen que conmocionó a la iglesia y la sociedad salvadoreñas. En él, el periodista Evaristo Canete compartía la experiencia que vivió en 1989 y entrevistaba al general Ponce, presunto responsable de la matanza. 



Ellacuría, crimen sin castigo



La guerra civil en El Salvador fue un conflicto largo y sangriento, por el que pasaron muchos de los mejores reporteros de guerra del momento y que se convirtió en parte de su memoria sentimental y profesional. Pero hoy El Salvador apenas ocupa espacio en los telediarios o en los periódicos. Cosas de la geoestrategia mundial, que ha trasladado el foco de los medios a países como Iraq o Afganistán y ha convertido a Centroamérica en una región medio olvidada informativamente hablando. Así que cuando el equipo de En Portada llegó a San Salvador tuve una curiosa sensación de salto en el tiempo. Además, íbamos a hurgar en el recuerdo de un episodio también casi olvidado, la matanza de los jesuitas en la Universidad Centroamericana, que ha vuelto a tener cierta actualidad al ser uno de los casos que investiga la Audiencia Nacional en virtud del cada vez más polémico principio de justicia universal.

El caso Ellacuría, eso fue evidente desde el primer momento, es un caso molesto, que se enmarca de lleno en el debate sobre la llamada memoria histórica, muy actual en España. Además, nosotros llegamos a hacer preguntas incómodas en un periodo sensible, durante la campaña electoral de las presidenciales. Fue muy significativo el silencio de algunos miembros de la jerarquía eclesiástica y, sobre todo, de algunos políticos. Y fue curioso comprobar cómo el discurso de los que prefieren que no se sepa la verdad es siempre el mismo: No hay que reabrir heridas, hay que mirar hacia delante, es mejor no remover el pasado.

En una pequeña localidad al norte del país, llamada Ignacio Ellacuría en honor al sacerdote jesuita, dos humildes campesinas nos contaron cómo, al final de la guerra, sus hijos pequeños fueron masacrados en un bombardeo del Ejército. No está claro si fue deliberado o un error, pero casi 20 años después, ellas se mostraban dolidas sobre todo porque nunca nadie les ha pedido ni siquiera perdón. Esas madres, como muchos otros salvadoreños, no olvidan. Con su testimonio, que nos emocionó en muchos momentos, cobra su sentido la necesidad de mantener lo que llaman «memoria histórica». Sus heridas sólo se cerrarán cuando se conozca toda la verdad de lo que ocurrió en aquellos años.

‘Berlín 14-14’, cien años de una ciudad que marcó varias épocas

Los chicos de En Portada han estado en Berlín con motivo del 25º aniversario de la caída del Muro y han tomado el pálpito a la gran ciudad alemana y europea actual a la vez que han retratado su último siglo, en el que se han vivido sus mejores y peores momentos y ha renacido de sus propias cenizas. A través de los testimonios de diversos personajes y testigos de diferentes épocas, se refleja el Berlín de 1914 a 2014, desde las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, con la caída del Imperio y el comienzo de la República de Weimar, hasta la actualidad.

«Berlín 14-14»

En Portada – Pilar Requena @RequenaPilar 27.10.2014


“Ich hab noch einen Koffer in Berlin” (Todavía tengo una maleta en Berlín) entonaba Marlene Dietrich allá por los años 60 en todo un reflejo de la añoranza de sus tiempos vividos en la ciudad que la vio nacer y dar sus primeros pasos en el cine y el arte que la convertiría en todo un mito. Pero es una frase que estoy segura muchos de los que hemos tenido la suerte de pasar una época de nuestras vidas en la capital de Alemania también entonaríamos, porque es difícil, muy difícil, borrar esa ciudad del corazón y siempre dejamos de alguna manera una “maleta” allí para tener una excusa para volver, porque siempre se vuelve a Berlín.

La excepcionalidad de Berlín

Por eso, es fácil pero a la vez difícil, muy difícil, responder a la pregunta ¿qué hace especial, única a Berlín? Son tantas cosas las que marcan la excepcionalidad de Berlín que es imposible resumirlas en una sola frase, porque seguro que cada persona daría una característica distinta. Y eso justamente es lo que hace diferente a Berlín. La historia, nos dicen, se huele en cada esquina, es la historia de las luces y sombras de Berlín y, por ende, de Alemania en el último siglo. Pero también se huele la vanguardia, la transgresión, la libertad…

Protagonistas anónimos, testigos de la Historia

Con motivo del 25 aniversario de la caída del muro, nos planteamos en En Portada ofrecer un ángulo distinto para el recuerdo de aquella noche de locura y un repaso a la historia de Berlín y su unicidad nos pareció la forma más adecuada de abordarlo. Y quisimos hacerlo básicamente a través de los testimonios de testigos de diferentes etapas de esa historia, muchos berlineses anónimos que son, sin duda, quienes mejor pueden aproximarnos a la ciudad a través de sus vivencias y sus recuerdos y sentimientos.

Hanna Jolly, a sus once años, fue testigo del ascenso de Hitler al poder y la toma de las calles de Berlín por los nazis, y de la persecución de los judíos. Karl-Heinz Rinne se vio forzado a servir en la Wehrmacht porque fue llamado a filas aunque se había negado una y otra vez a entrar en las juventudes hitlerianas. Reinhard Spiller escapó de Berlín Este un par de días después de la construcción del muro de Berlín. Irma Gideon fue feliz en la RDA. Carlo Jordan, sin embargo, fue un disidente en esa misma RDA. Klaus Wowereit, el actual alcalde de la capital alemana, nos confiesa que nunca pensó que llegase a vivir la caída del muro.

Una ciudad en constante transformación

Jörg Steiner nos habla del ambiente homosexual de una ciudad en la que cada cual puede ser lo que quiera y, como dice la periodista y creadora de la empresa turística «Berlin Tours», la española Lara Sánchez, uno puede reinventarse en Berlín o experimentar algo nuevo. Fatih Karasu reconoce que en Berlín se puede vivir como turco igual que un turco en Estambul.


Son algunos de los personajes que nos guían por la historia y la vida de una ciudad en constante transformación y vanguardia, de una ciudad de ensueño de la que surgieron las peores pesadillas para Europa y el mundo. Y, como en su día dijera el presidente norteamericano, John Kennedy, en un Berlín entonces roto por el muro de la vergüenza, es difícil que quien lo haya paseado, olido, vivido, sentido, no diga “Ich bin ein Berliner”. Ninguna ha estado tan alto y ha caído tan bajo como ella, ni ha sido tan temida, tan odiada, pero también tan amada. En ella es posible encontrar lo más clásico y lo más vanguardista. El muro ha dejado su huella en una ciudad llena de cicatrices, que ha sabido, sin embargo, curar sus heridas emergiendo más viva, más audaz y más vibrante cada vez. Berlín refleja la historia de Alemania y, por ende, la historia de Europa.

http://vk.com/video_ext.php?oid=197564815&id=170556114&hash=da1e1145b22755d8&hd=1

En Portada – El alma de Berik

Una vez más, los magníficos periodistas que hacen posible En Portada, un programa fundamental de nuestra televisión pública, demuestran por qué el periodismo de investigación y denuncia que practican está imbricado con descubrirnos las realidades que han sucedido y suceden en el mundo, a veces implicándose personalmente en ellas. Una de esas historias les condujo hace unos meses a investigar las consecuencias de las pruebas atómicas de la antigua Unión Soviética (la actual Kazajistán) en las personas que vivían cercanos a los campos de pruebas, en reportaje ‘Hijos de la guerra atómica’, uno de los más premiados de los últimos años. El eje de ese reportaje fue Berik Syzdikov, un joven con el rostro deformado por bultos cancerígenos seguramente provocados por aquellas pruebas. Sin embargo, una vez terminado aquel trabajo e impactados por la historia de Berik, José Antonio Guardiola (director del programa), el realizador Miguel Ángel Viñas y Carlos Franganillo (en aquel momento corresponsal de TVE en Rusia) usaron el dinero de varios premios recibidos para traer a Berik a Madrid y que pudiera ser sometido a una operación quirúrgica que al menos paliara los terribles efectos que en su rostro dejó aquella radiación fatal.
En Portada. «El alma de Berik»

José Antonio Guardiola 16.09.2014

Berik es un tipo que estrecha la mano con fuerza. No rehúye el abrazo, al contrario, lo busca. Berik es un tipo anegado de mala suerte en su vida. Aparentemente alegre, pero azotado por una fuerte marejada interior.

El origen del reportaje

El rodaje de El alma de Berik fue una experiencia que nos descosió como periodistas. La involucración con el personaje y su drama, vivida día a día en nuestra propia ciudad, en nuestra propia casa, desbordó los límites que habitualmente nos marcamos en nuestra profesión. No hay arrepentimiento. Sólo reconocimiento de que en este caso nos dejamos impactar más que en otras ocasiones por la tragedia de nuestros “personajes”.

Todo comienza hace casi dos años. Por razones diferentes, Carlos Franganillo y Miguel Ángel Viñas entienden que la vida de Berik debe reflejarse en un reportaje de En Portada. Así lo hicimos y se tituló Hijos de la guerra atómica. Un gran trabajo que mereció la medalla de oro del festival de Nueva York. Lo estrenamos el 19 de septiembre de 2013. Apenas unos días después de su estreno, llama a la redacción el cirujano Christian Weigand. Su propuesta es clara: si lográis traer a Berik a España yo le opero. Suena fácil, pero a partir de ese momento todo son complicaciones.

Preguntas, cuentas y golpes de suerte

Primera pregunta: ¿Y eso cuánto cuesta? Segunda: ¿Querrá venir Berik? Tercera: ¿Sus tumores serán operables? ¿Le curaremos o simplemente mejoraremos su aspecto? 

-Guardiola: ¿Carlos? Creo que tenemos presupuesto. Nos acaban de dar un premio justo de 5.000 euros. Y hubo una quinta, y una sexta… Y todas las preguntas que nos hacíamos nos devolvían a la primera. Cuánto cuesta. Hicimos un cálculo y determinamos que no saldría por menos de 5.000 euros aprovechándonos de la desinteresada colaboración de Weigand y la clínica en la que opera, la Ruber de Madrid. Ahí surgió el primer golpe de suerte. Durante esos días nos concedieron el premio Defensa de Televisión por el reportaje AMENAZAcyber. Dotación económica: 5.000 euros.

-Franganillo: Fenomenal. Pues si te parece, llamo a Berik y le comento que existe la posibilidad de llevarle a España para operarle…

Berik llega a Madrid en los primeros días de abril. En apenas una mañana se le realizan todas las pruebas preoperatorias, un escáner cerebral, un historial genético… Por fin tiene un diagnóstico claro: neorofibromatosis. A bote pronto y en pocas palabras: Su enfermedad no tiene cura, sólo se puede aspirar a mejorar su aspecto, a reducir el tamaño de esos tumores que le tienen recluido en su casa de Semey.

Complicaciones, presupuestos que se disparan y ¿un final feliz?

Según pasan las semanas, todo se complica. Los riesgos se disparan, las seguridades se derrumban, las dudas nos arrinconan y nos llevan a pensar que el esfuerzo no habrá servido de nada y habrá que devolver a Berik a su Kazajistán tal como llegó a España… El presupuesto se desborda. Franganillo decide destinar al proyecto parte de la dotación de su Salvador de Madariaga. Y es en ese preciso instante en el que surge la figura casi providencial del padre Ángel. 


El presidente de Mensajeros de la Paz acude una tarde de mayo al apartamento del barrio madrileño de Legazpi que hemos alquilado para Berik y su madre. Le estrecha la mano, conversan. Berik decide dedicarle su canción favorita. Se encariñan. “Guardiola –concluye el padre Ángel-, a Berik no le devolvemos así a su país. Le operamos aquí como sea”. Y así fue y de eso trata nuestro reportaje.

Tuve muchas conversaciones con mi ya amigo Berik. Y en casi todas ellas me recordaba cuánto le irritaba que los niños de su barrio se rieran de su desgracia. “Si al menos me pudiera quitar estos bultos y poner gafas de sol…” Hasta aquí quiero escribir, quien quiera saber si Berik utiliza hoy gafas de sol que vea El alma de Berik.

Cómo se hizo ‘El alma de Berik’

En Portada – Crimea, la primavera rusa

Viajamos con En Portada a la península de Crimea, recientemente desgajada de Ucrania y anexionada por la Federación Rusa, para conocer de cerca cómo se desarrolla la transición de este territorio entre un país al otro, cómo el nuevo imperalismo ruso, su uso encubierto de la fuerza en Crimea (como en otras partes del este de Ucrania) ha engullido de facto una parte de un país soberano. Parece que Putin se conformará con tomar explícitamente Crimea y, por ahora, sabiendo que todo el mundo está mirando los movimientos de sus tropas regulares, en las otras zonas del este ucraniano en disputa confiará en la resistencia de los rebeldes prorrusos, el batallón Vostok y otros combatientes encubiertos que se van filtrando por la frontera para resistir los ataques del ejército ucraniano y así ganar posición y poder en, esperamos, próximas negociaciones de paz. 


En Portada. «Crimea: la primavera rusa»

En Portada viaja a la nueva Crimea para retratar su paso de Ucrania a Rusia
Un equipo del programa recorre la península dando voz a todas las partes
La autora del reportaje comparte con nosotros la ‘trastienda’ del rodaje

Pilar Requena @RequenaPilar 26.05.2014

Cuando nos planteamos este reportaje, surgió la duda de si tendríamos que solicitar visado a Rusia, porque la anexión acababa casi de producirse. Hicimos la consulta pertinente a su consulado en Madrid unos días después y la respuesta fue tajante: sí, es territorio ruso. Así que nos fuimos provistos de nuestros visados rusos de prensa. Tuvimos que volar haciendo escala en Moscú. La ilegalidad de la nueva situación de Crimea, además de las sanciones de EE.UU. y de la UE, ha llevado a muchas compañías aéreas a suspender sus operaciones en la península. Nadie nos avisó de que, como parte del territorio ruso, el de Simferópol era ya solo un aeropuerto nacional y habría que haber pasado la aduana en Moscú. Por eso, cuando llegamos de madrugada a la capital crimea, ante nuestra pregunta de dónde hacíamos los trámites del equipo técnico, la respuesta fue un movimiento de negación con la cabeza del policía y un “niet”. Y así nos quedamos, compuestos y sin novio, es decir, sin aduana.

Rodando en un territorio en plena transición

Ningún proceso de transición es fácil, tampoco el de la Crimea ucraniana a la rusa. Hay que desmontar todo un sistema y sustituirlo por otro y eso lleva tiempo. De ahí que fuésemos encontrando algunas dificultades a la hora de los rodajes. Solo se nos negaron entrevistas y un rodaje específico con la Flota del Mar Negro y en la frontera. Para eso había que pedir a Moscú un permiso que podría tardar meses o no llegar nunca. Por lo demás, casi todo lo que nos habíamos planteado lo pudimos hacer. Pero hubo algunas cosas algo surrealistas. En el Museo Histórico-Militar de la Flota del Mar Negro para poder rodar como equipo de televisión necesitábamos permiso de Moscú -y ya sabíamos que nunca llegaría a tiempo- pero pudimos hacerlo como turistas con una cámara más ligera y de una calidad un poco inferior. Al final, en el museo se quedaron con la copla de que era para un video sobre la flota para mi familia y amigos. Vaya por delante que la situación era bastante más tranquila de lo que esperaba y que había menos presencia de las fuerzas de seguridad y armadas de las que imaginaba. Eso sí, notábamos a veces la presencia de un par o tres hombres observándonos; muy probablemente miembros de los servicios secretos.

Las autoridades crimeas nos dijeron que necesitaríamos también un permiso de rodaje por escrito. Cuando nos presentamos a recogerlo, nos encontramos con que no era posible porque Moscú no había enviado todavía a Crimea ese tipo de formulario. Pero la solución que encontraron fue sencilla: si había algún problema con la policía o los militares, nuestro traductor llamaba al móvil de la portavoz del gobierno y ésta daba su autorización por teléfono.

Dando voz a todas las partes

Viví de una forma muy especial nuestros rodajes en Sebastopol y Yalta. Desde que estudié historia de Europa -y de eso hace ya unos, muchos, años- han sido dos lugares que para mí tenían un significado muy especial, sobre todo el Palacio de Livadia, donde se firmó el tratado que selló la división de Europa y sentó las bases de la Guerra Fría.Por lo demás, salvo un par de personas que nos lanzaron algún improperio por ser europeos, todos, rusos, ucranianos y tártaros, fueron amables. Lo único en lo que todos insistían era en que contásemos su verdad. Hemos tratado en todo momento de reflejar lo más fielmente posible lo que vivimos y vimos y hemos dado voz a todas las partes, además de analizar la historia de Crimea y el contexto en que se han producido los últimos acontecimientos.

Un reportaje con Historia y presente

Siempre resulta difícil resumir lo que el espectador puede encontrar en un reportaje tan de actualidad como éste: hay historia y presente, rusos encantados de volver a la madre patria y ucranianos que tienen las maletas preparadas para irse y otros que han decidido quedarse y esperar a ver qué ocurre, y tártaros -la población autóctona- divididos entre aquellos dispuestos a acoplarse a la nueva realidad y los que reivindican un estatus especial para este pueblo, un estatus que, de momento, Rusia parece reacia a conceder. Ya hay denuncias de violaciones de derechos de las minorías y casos preocupantes de xenofobia. La convivencia interétnica en este territorio ha sido tradicionalmente buena, nos comentaba el profesor Oleg Smirnov. No parece fácil que siga así. Todo dependerá de la actitud de las diferentes comunidades, pero sobre todo de la de sus nuevos dueños rusos.


Así se hizo Crimea: la primavera rusa

“Me cago en el Mundial”

“Me cago en el Mundial”


Los brasileños veneran el fútbol, pero están enfadados por la celebración del Mundial más caro de la historia, mientras que las necesidades más básicas de los ciudadanos no están cubiertas. 
«Si el Estado hubiese escuchado las reivindicaciones de la gente todo sería distinto», dicen algunos manifestantes que protestan por las exigencias de la FIFA

Dibujo pintado por Paulo Into y que representa la pobreza de Brasil.

Lamia Oualalou (MEDIAPART) 24/05/2014

“Traidor del siglo”. La leyenda, escrita bajo la foto de Pelé, está omnipresente en las manifestaciones. A tres semanas del inicio del Mundial de fútbol, esa imagen dice mucho del sentimiento de muchos brasileños ante un acontecimiento deportivo que estaba llamado a ser “la Copa de las Copas”. Pelé es el “rey del fútbol”, el ídolo indiscutible de varias generaciones de aficionados, pero en la calle no perdonan que se haya puesto del lado de los poderosos, de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) y de sus patrocinadores.

Los brasileños veneran el balón, lo que no quita para que muestren su enfado por el que será el Mundial más caro de la historia, mientras que sus necesidades más básicas no están cubiertas. Desde hace un año, el lema “Nao vai ter copa” –la Copa no se va a celebrar–, es el mantra que más se repite, aunque todo el mundo sepa que los 32 equipos [entre ellos España] jugarán en Brasil del 12 de junio al 13 de julio.

El joven estudiante Adriano Barbosa eleva el tono de voz para hacerse oír, a pesar del tronar de tambores durante una manifestación reciente celebrada en Río: “Soy aficionado al fútbol, como la mayoría de brasileños, y soñaba con el Mundial, pero si el Estado hubiese escuchado primero las reivindicaciones de la gente, todo sería distinto. Para asistir a esta manifestación del pasado 15 de mayo, bautizada en todo Brasil como “Día internacional de la lucha contra la Copa”, se ha hecho una camiseta que dice: “Me cago en la Copa”.

“Somos muchos los que pensamos así y si los demás no han venido a manifestarse es porque tienen miedo a la represión”, insiste, señalando a la fila de agentes de policías, listos para actuar. De hecho, menos de 10.000 personas se movilizaron en Brasil ese día. Los que sí acudieron, pretendían dejarse ver y dejarse escuchar. Para lograr sus objetivos, echaron mano de las redes sociales y contaron con la prensa internacional, mucho más pendiente de lo que sucede que los medios locales.

El símbolo de Batman

La estrella fue, una vez más, Batman. Portaba una máscara integral que apenas dejaba ver sus ojos, un pantalón ajustado, una capa negra ondeando al viento. La primera vez que Eron Morais de Melo, un joven de 32 años, se puso el famoso disfraz fue el 20 de junio de 2013, “el día en que más de un millón de personas se manifestaron en Río”, subraya. Entonces, el alcalde Eduardo Paes iba vestido de Joker, como encarnación del crimen y de la mentira. “Para combatir a Joker, hacía falta Batman y Río de Janeiro se parece mucho a la ciudad de Gotham, por la violencia y la corrupción”, precisa Eron Morais de Melo.

De día es fabricante de prótesis dentales, pero en cada manifestación se enfunda en el traje y sube a un tren camino de Marechal Hermes, el barrio de clase media-baja donde vive –el Batman carioca no tienebatmóvil–. En cada ocasión, llega impasible y enarbola una pancarta en la que reclama escuelas y hospitales “nivel de exigencia FIFA”, en alusión a las condiciones requeridas por la institución.

Dichas exigencias, cada vez mayores –en términos de seguridad, de acceso al estadio, de pantallas o de instalaciones sanitarias– no siempre explican el coste del Mundial. Además de los sobrecostes, los retrasos en la construcción y la eventual corrupción, hay que decir que la FIFA solicitaba ocho estadios. El Gobierno, finalmente, prometió 12. De paso por Río de Janeiro, Stéphane Monclaire, especialista en Brasil y profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de la Sorbona, de París, precisa: “Prometer 12 estadios permite satisfacer el clientelismo de los políticos locales; un estadio también es una moneda política de cambio. Gracias a ello, en su momento, Lula logró recabar apoyos”.

Solo el Pacto Federal brasileño puede explicar porqué, por ejemplo, las autoridades han decidido arrasar el viejo estadio de Manaus, en el centro de la Amazonia, para construir uno nuevo (757 millones de reales, 250 millones de euros) en una ciudad que no cuenta con ningún equipo en Primera División, mientras que el 90% de la población no tiene acceso a sistemas adecuados de alcantarillado y saneamiento.

Gasto triplicado

Los estadios, presentados por el presidente Lula a la Fifa en 2006, tenían que costar 2.800 millones de reales (unos 910 millones de euros). En euros de la época, equivalía a un poco más de 1.000 millones. Desde entonces, la moneda se ha devaluado (a día de hoy 1 real se cambia a 0,33 euros), lo que puede dar la sensación, traducido en euros, de que el importe es inferior, pero en reales, el montante es mucho mayor. En enero de 2010, el Tribunal brasileño de Cuentas hacía una estimación de 5.660 millones de reales. La factura ascenderá finalmente a 8.050 millones (2.700 millones de euros), casi el triple de lo previsto.Este importe supone un tercio del presupuesto de las ayudas sociales del programa Bolsa Familia, que atiende a 14.000 hogares y que ha sido copiado en todo el mundo por su eficacia.

Y no solo se han construido estadios. Las infraestructuras ya han costado 14.700 millones de reales (casi 5.000 millones de euros). Y según el sindicato de arquitectos e ingenieros, a penas el 45% de las obras que debían entregarse, entre movilidad urbana, aeropuertos y telecomunicaciones, estarán en los plazos previstos. Estos trabajos no solo están directamente vinculados con la Copa, y algunos eran necesarios, especialmente la remodelación de los aeropuertos, al borde de la saturación. Sin embargo, las autoridades han repetido el término “Copa” como si se tratase de una letanía. A la hora de hacer balances, es lógico que ahí se encuentre el Mundial. Además, hay que añadir los gastos de promoción turística, casi 600 millones de reales, la seguridad, 1.900 millones, y los equipamientos temporales impuestos por la FIFA, como los detectores de metales. Y como no había dinero contante y sonante, ha sido necesario pedir prestado…

Amantes del fútbol

No es la primera vez que las autoridades brasileñas gastan en exceso, haciendo elecciones más que discutibles. La presa y la fábrica hidroeléctrica de Belo Monte, en el Para, en el corazón de la Amazonia, tenía que costar inicialmente 16.000 millones de reales y responder una quinta parte de las nuevas necesidades energéticas del país. Lejos de estar acabada, el proyecto supera ya los 30.000 millones (¡casi 10.000 millones de euros) y el impacto que ha tenido sobre el medio ambiente y las tribus indias es colosal. El asunto apenas ha desatado la polémica entre un puñado de especialistas y defensores de los derechos del hombre, pero ha pasado desapercibido por la mayoría de la población. No ha ocurrido lo mismo con la Copa.

Los brasileños aman el fútbol, lo adoran, son mucho más sensibles a los preparativos de la Copa. Aquí no se oye gritar, como en Francia, “Allez les Bleus”. En los estadios, los niños, desde los tres años, gritan “Brasil”. El equipo de Brasil es un poderoso vector de cohesión social, reactiva el sentimiento nacional, para lo bueno y para lo malo. La dictadura jugó muy bien esta baza.

“Por supuesto que las sumas gastadas para la Copa del Mundo no son enormes si se las compara con otros presupuestos, pero es el momento de preguntarse cuáles son los verdaderos valores de nuestro país”, apunta Paulo Into, un artista conocido por sus graffitis en las calles de Sao Paulo. El 10 de mayo pasado, el hombre pintó sobre las paredes de una escuela del barrio de Pompeia a un niño llorando, desesperado al ver que en lugar de comida, en su plato, había un balón de fútbol. Aunque subraya que no ataca al Gobierno de Dilma Rousseff que, como el de Lula, “ha hecho mucho más por los pobres que los precedentes”, Paulo Ito critica “esta clase política que nos avergüenza y sus prioridades”. Desde entonces, la foto del fresco ha dado la vuelta al mundo, convirtiéndose en el símbolo de los excluidos del Mundial.

“El enfado de los brasileños es aún mayor por cuanto los grandes medios de comunicación, mayoritariamente vinculados con la oposición, han encontrado en el sobrecoste de la Copa un filón en la víspera de las elecciones”, explica Stéphane Monclaire. La presidencia –a cuya reelección Dilma Roussef vuelve a optar por segunda vez–, pero también están en juego los puestos de los gobernadores, diputados federales y de Estado y una parte de los senadores en las elecciones del mes de octubre. Hace 20 años que la elección presidencial y el Mundial coinciden. Incluso si la derrota o la victoria de la selección nunca ha garantizado la victoria política, la división política entre izquierda y derecha aparece radical en el panorama futbolístico. En el estado de Sao Paulo, donde la oposición es mayoritaria, está bien visto decir que se está contra la Seleçao, el mítico equipo nacional brasileño.

Traducción: Mariola Moreno

En Portada – A propósito de la copa de las copas

Vocabulario Fundamental. Fundamentalismo (12) Homofobia a la rusa

«El armario ruso»

En Portada retrata la situación del colectivo homosexual en Rusia. En 2013 se aprobó una ley que castiga la propaganda de la homosexualidad. La mayoría de los homosexuales rusos viven su orientación en secreto


Esther Vázquez 01.05.2014

En Rusia, gran parte de la sociedad, influida por el antiguo pensamiento soviético y alentada ahora por la intransigencia de la iglesia ortodoxa rusa, considera que mostrar en público una orientación sexual no convencional es una ofensa. Aunque la opinión generalizada es que no importa la orientación que uno tenga, siempre y cuando se viva de puertas para dentro.

Vivir la sexualidad como un secreto

Por eso, muchos homosexuales en Rusia prefieren esconderse en una doble personalidad, guardar en secreto algo que es parte de su vida; incluso, como ocurría no hace muchos años en España, contraer matrimonio con una mujer, o con un hombre en el caso de las lesbianas, para complacer a la sociedad y disimular su propia condición sexual.

A través de una carta, larga y meditada, contó a su madre lo que sintió a los trece años y cómo se dio cuenta que eso iba a ser para siempre. Comunicarlo a los padres ha sido para muchos de los protagonistas de este reportaje el momento más difícil.Alexander Smirnov, uno de los protagonistas de nuestro reportaje nos contó cómo durante años escondió parte de su personalidad y guardó en silencio sus opiniones en su puesto de trabajo. Como portavoz de prensa de la alcaldía de Moscú, tuvo que informar sobre asuntos con los que chocaba frontalmente, como la prohibición en Moscú de la marcha del Orgullo Gay. Aunque incómodo, no le suponía un grave problema ya que él había salido del armario hacía años para sus seres más queridos. 


La ley que castiga y el paso adelante de Alexander

Hace 20 años que Rusia dejó de penalizar las relaciones homosexuales, el mismo tiempo que dejó de considerarlas como enfermedad mental.Alexander hizo pública su orientación cuando se promulgó la ley contra la propaganda homosexual, porque pensó que había que hacer algo. Trabajó en el teléfono de la esperanza, donde había escuchado estremecedores relatos de jóvenes adolescentes que se sentían culpables por su orientación sexual y querían quitarse la vida. Alexander pensó que la nueva ley que impide la difusión de comportamientos sexuales no convencionales, podría incluso privar a estos jóvenes de un asesoramiento profesional.

La ley contra la propaganda, aprobada en junio de 2013, prohíbe la difusión de la información destinada a fomentar comportamientos sexuales no convencionales entre los niños o hacer que esos comportamientos sexuales parezcan atractivos, así como equiparar socialmente a las relaciones tradicionales y no convencionales. Su incumplimiento conlleva penas de prisión y multas que van desde los 125 euros para particulares a los 22.000 en caso de organizaciones. El Gobierno ruso ha aprobado también otra ley por la que ningún país en el que se permita el matrimonio homosexual podrá adoptar niños rusos.

Las dos Ucranias luchan y ¿se dividen?

Tras unas semanas de lucha cuerpo a cuerpo en las calles de Kiev y otras ciudades ucranias los hechos se suceden rápidamente. Tras las presiones y la defección de parte de la policía y de miembros de su propio gobierno Viktor Yanukovich, a quien incluso su propio partido ya ha calificado como traidor culpándole de las muertes sucedidas (y de un tren de vida estrafalario), huyó en avión a la zona oriental del país y luego intentó hacerlo a Rusia, pero fue interceptado por los guardias de frontera. Se dice que puede estar escondido en algún lugar de la región de Donetsk, en la parte oriental de Ucrania -la otra Ucrania-, de mayoría rusohablante o en el sur, en Crimea, hogar de la poderosa flota rusa del Mar Negro, graneros electorales del depuesto presidente. Yulia Timoshenko fue liberada y este fin de semana dió su primer speech en la plaza Maidan, para alborozo de sus miles de seguidores. La oposición ha tomado posiciones en la Duma y Alexandr Turchinov, del partido de Timoshenko, ha sido nombrado presidente en funciones, asegurando que el país volverá a retomar el camino de la integración europea y pidiendo a Moscú respeto para esta decisión. Además se han convocado elecciones residenciales anticipadas el 25 de mayo y vuelto a la constitución de 2004. 


Hoy los manifestantes de la plaza Midan, cuya resistencia y determinación ha conseguido doblegar al régimen, lloran a sus muertos y dicen que no piensan retirarse de la plaza de la Independencia hasta estar seguros de que los nuevos dirigentes van a responder a sus deseos y no a traicionarles como sucedió, según su percepción, tras el primer Maidán, en otoño 2004. Pero hay muchos interrogantes en el futuro cercano de la revolución ucrania, casi todos en referencia a la división que escinde el país por la mitad. Profundamente dividida por el lenguaje, por la historia y por la política. Un tercio del país habla ruso como lengua materna, y en la práctica la utilizan día a día y viven en la mitad oriental del país, los ucraniano-parlantes viven en la occidental. Pero no es sólo que Ucrania tenga dos mitades que hablan predominantemente diferentes idiomas sino que estas tienen diferentes políticas y diferentes visiones para su país. En los mapas a la izquierda puede verse claramente. Los dos primeros muestran la lengua y la división étnica, los dos de abajo se muestran los resultados de las elecciones para las elecciones presidenciales de 2004 y 2010. Las líneas son idénticas. Sí bien alrededor de la mitad de los ucranianos dicen que quieren el acuerdo con la Unión Europea otro tercio dice que prefiere la integración en la Unión Aduanera de Eurasia, dominada por Rusia.

El fantasma de una guerra civil, hacia la que Ucrania parecía encaminarse hace 48 horas, deja paso ahora, si no prevalece el buen sentido, a la amenaza de una ruptura en dos de la ex república soviética. Dirigentes de las regiones prorrusas se reunían ayer de urgencia para desafiar la legitimidad del Parlamento nacional. Que la secesión no prospere dependerá decisivamente de la actitud del Kremlin frente a la mitad del país que se identifica con su legado y Dimitri Medveded ya ha dicho que los nuevos gobernantes son amotinados armados, lo que pinta mal… Pero en el escenario ucranio, junto a la expresión admirable de un pueblo decidido a no dejarse aplastar por el autoritarismo, han emergido fuerzas peligrosas, ultranacionalistas y ultraderechistas, cuyo papel en los acontecimientos de Kiev puede resultar determinante en el futuro inmediato. Así de primeras, los grandes actores internacionales tendrán que mojarse desde ya porque las nuevas autoridades anunciaron hoy que necesitarán cerca 35.000 millones de dólares de ayuda hasta finales del próximo año para estabilizar la situación económica en el país. En fin, les dejamos con el En Portada de la semana pasada que analizaba las raíces del conflicto y el papel de EEUU, Rusia y la Unión Europea en la situación en aquel país donde confluyen y chocan desde hace siglos Europa y Asia.  
En Portada. «El tablero de la paz fría»


Llegamos a Kiev cuando estaba amaneciendo. El hotel estaba en el epicentro de las revueltas, así que, por seguridad, la puerta principal estaba cerrada y las luces apagadas. Había que entrar por una pequeña puerta. Y así, en medio del cansancio y el mucho frío, y una sensación de irrealidad, empecé a ver pasar, mientras bajábamos las maletas, a hombres con cascos, mascarillas y bates o palos. Todo con un toque de surrealismo. No imaginaba que, en los días siguientes, iba a vivir un incesante ir y venir de gentes que no paraban de hacer cosas. Allí estaba también mi compañero de Moscú, Carlos Franganillo, que llama en broma a los revolucionarios Lemmings, porque no paran en ningún momento.


Opositores. Entre Grushevski y Euromaidán

Unas pocas, muy pocas, horas después, nos pusimos manos a la obra. Fue entonces cuando fuimos conscientes de que al girar la esquina a la derecha teníamos la calle Grushevski, ésa donde en apenas unos cientos de metros se producían los violentos enfrentamientos entre los manifestantes más radicales y los antidisturbios, y girando a la izquierda, Euromaidán, la aldea de los galos, como di en llamarla. Y una noche, cansada de pasar frío, me dediqué a observar el asalto de la Casa Ucrania, justo enfrente del hotel, desde la habitación.

Y el paramilitarismo que se observa en ciertos grupos del movimiento de protesta es muy preocupante ante la amenaza de que la extrema derecha pueda sacar partido de la situación.Pero, cuando salíamos de territorio ocupado, estaba claro que la vida seguía con normalidad en el resto de la ciudad y en el país, aunque es, lógicamente, una normalidad engañosa, porque, en el fondo, nadie sabe cómo va a salir Ucrania de ésta. Se notaba claramente que las fichas del tablero del ajedrez geopolítico y geoestratégico se movían en un juego más allá de Euromaidán, entre Estados Unidos y la Unión Europea y Rusia, y que los partidos políticos de la oposición han perdido el control de la calle. Me resultó curioso comprobar que el que parece llevar la voz cantante en el centro de prensa de Euromaidán es un norteamericano.


Partidarios de Yanukovich

Visitamos también el campamento de los partidarios de Yanukovich que, ¡oh casualidad!, está al lado del parlamento, en la zona gubernamental, ésa a la que no dejan acercarse a los manifestantes opositores. Ellos se mantienen firmes en que el presidente fue elegido democráticamente -lo cual es cierto, otra cosa es la deriva que ha tomado desde entonces el régimen- y que los opositores deben esperar a que se celebren los próximos el año que viene, cuando toca. Las posturas son difíciles de reconciliar pero, ciertamente, a pesar de que se han querido hacer sonar “de forma interesada” tambores de guerra civil, no es esa la sensación que se tiene cuando se habla con los dos bandos.


Por eso, en el “Tablero de la Paz Fría” hemos querido ahondar en las raíces del conflicto y en la idiosincrasia de la propia Ucrania. Sólo así se puede entender la peligrosa encrucijada en la que se encuentra, en la crisis más grave desde su independencia de la antigua Unión Soviética. Lo que sí está claro es que los Euromaidán quieren cambios, cambios profundos, cambios de calado en el sistema y acabar con la endémica corrupción, vivir en un país moderno, desarrollado, democrático y europeo. Y que no están dispuestos a cejar en el empeño hasta conseguirlo.

En Portada – El mercadeo de las armas

En Portada – El mercadeo de las armas


En 2013 la ONU dijo SÍ al control del comercio de armas convencionales
¿Se puede controlar un negocio que mueve 50.000 millones de euros anuales?
En Portada analiza las claves del tráfico legal y también del mercado negro

Pilar Requena @RequenaPilar 04.02.2014

En abril de 2013, la Asamblea General de la ONU aprobaba el Tratado del Comercio de Armas, en lo que se convertía en un todo un hito celebrado al unísono por políticos, diplomáticos y activistas. Su objetivo es controlar el comercio de armas convencionales y abrir una nueva era en la lucha contra su tráfico ilegal. Era también un triunfo de la sociedad civil que, con Amnistía Internacional a la cabeza, busca evitar que las armas sean transferidas de forma irresponsable e ilegal y, así, contribuir a la paz y a la seguridad, reducir el sufrimiento humano y promover la cooperación y la transparencia.

Cuando nos planteamos tratar el tema en En Portada tuvimos claro que tenía que ser un trabajo en el que colaborase una parte de nuestras corresponsalías porque era un asunto que afecta de una manera u otra a todo el planeta y así contar con la posibilidad de conseguir dar una perspectiva más amplia y completa al tema. También teníamos claro que iba a ser complicado hincarle el diente a ese mundo de secretismo y sombras en el que se mueve el negocio de las armas y porque es un asunto sobre el que gobiernos, industria y lógicamente traficantes son reticentes o se niegan a hablar.

Un reportaje sobre comercio legal e ilegal

Pero, al final, y después de varios meses, contábamos con las declaraciones e imágenes necesarias que nos podían ayudar a analizar la historia de lo que hemos querido titular ‘el mercadeo de las armas’, el comercio legal y el ilegal.

A lo largo del reportaje pueden escuchar las voces de quienes pedían controlar el mercado de las armas para evitar muertes, niños soldados y otras muchas consecuencias más, y también las de diplomáticos envueltos en las negociaciones del tratado, de expertos en el tráfico ilegal de armas, etc…

El trabajo de nuestros compañeros de grafismo, con un sensacional comienzo elaborado por José Carlos Hernández, aporta sin duda un plus al reportaje, al igual que la ambientación musical de José Luis Ayuso ayuda a sumergirnos en la complejidad del negocio de las armas. Los compañeros dedocumentación tampoco lo tuvieron fácil a la hora de buscar imágenes que enriqueciesen visualmente el reportaje. También es cierto que sin la colaboración del Ejército, el Cuerpo Nacional de Policíay la Guardia Civil hubiese sido mucho más difícil su elaboración. Las facilidades que nos dieron a la hora de grabar imágenes de armamento y entrevistas es de agradecer.

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En Portada – La capital de los trapos

En Portada nos lleva a conocer Prato, la capital de la ‘pronto moda’ italiana, tradicional centro textil europeo que simboliza hoy la decadencia industrial del país. Los talletes artesanales y familiares han sido barridos por la competencia china, que trabaja con tejido barato traído desde China y es confeccionado con trabajadores también chinos que son explotados como mano de obra barata. Sin embargo son productos que serán vendidos como ‘Made in Italy’. Lo que nos recuerda la destrucción de la industria textil española, prácticamente desmantelada por la competencia de los tejidos hechos en Turquía, China y el sudeste asiático. 




En Portada. «La capital de los trapos»

Yolanda Sobero 21.01.2014

Es posible que, desde hace algún tiempo, se haya preguntado por dos hechos novedosos o sorprendentes. Uno, en los mercadillos y en diversas tiendas, se encuentran prendas Made in Italy a precios muy asequibles. Dos, en las perchas y en los estantes la ropa de temporada se renueva con mucha frecuencia, de tal forma que es posible que dentro de unas o varia semanas encuentre modelos nuevos y los anteriores hayan desaparecido.

‘Pronto moda’, capital Prato

El negocio de la moda ha cambiado y han nacido nuevas forma como la llamada pronto moda, la ‘moda rápida’, cuya capital es Prato. Esta ciudad, cercana a Florencia, tiene una tradición textil secular y sus tejidos han gozado y gozan de renombre internacional. Pero esta nueva moda no tiene nada que ver con su industria tradicional, basada en talleres artesanos e industrias familiares, sumidos en una profunda crisis que, en la última década, ha acabado con la mitad de ellos.

La pronto moda es la aportación de la comunidad china de Prato y su centro es Macrolotto, un polígono donde los rótulos italianos han dado paso los nombres chinos. De aquí salen millones de prendas, cuya prestigiosa etiqueta Made in Italy y unos precios increíbles, sin rival en el mercado europeo, esconden una nuevo tipo de confección, hecha en Prato, hecha con telas chinas y cosida por manos chinas en talleres, muchos de ellos clandestinos, en unas condiciones de casi esclavitud.

La cara oculta de la ropa increíblemente barata

Según la periodista pratense, Silvia Pieraccini, que ha investigado el ‘distrito chino de Prato’, se trata de un negocio que produce a diario un millón de prendas y mueve al año más de 2.000 millones de euros, al menos la mitad de ellos en negro. Silvia Pieracchini asegura que este distrito, cuyo emblema es Macrolotto, ha nacido y crecido en la ilegalidad económica y ha tejido una criminalidad organizada. Un negocio del que también se han beneficiado muchos pratenses, que alquilaron sus naves y vendieron sus máquinas a los chinos.

El equipo de En Portada acompañó a la policía de Prato a una intervención en dos talleres clandestinos. Una operación casi diaria que, sin embargo, no ha logrado atajar la ilegalidad ni poner fin a unas penosas condiciones de trabajo: jornadas interminables, producción a destajo, una vida reducida al trabajo. Como pueden ver en el reportaje, cosen, comen y duermen en un taller abarrotado y, en un precario altillo de tablas de aglomerado, sus habitaciones se reducen al espacio que ocupa una cama. Y todo por un mísero salario, que procuran ahorrar para cumplir su sueño de poner su propio negocio en el que contratarán a otros compatriotas en las mismas condiciones en las que ellos trabajaron al principio. Es el precio oculto tras esa ropa que nos parece tan increíblemente barata.
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