¿Has visto la lluvia?

Bajo el eterno sol de la marmota de Madrid, con velos más o menos oscuros en función de la contaminación, anhelamos la lluvia con esta pieza imperecedera de la Creedence mientras recordamos aquella tarde de desencuentros políticos y encuentros afectivos en el Kalahari, con Nerea.

Atravesando el Gran Sed (III) Kalahari, el desierto anegado

Kalahari, el desierto anegado

En el agostado desierto de Kalahari, donde la intensidad del sol inunda la zona, permanece vivo un gran rí­o. Este extraordinario encuentro de agua y arena conforma una perfecta jungla: es el delta del Rí­o Okavango. Sus aguas cristalinas son un hogar para la vida y en sus cielos suenan los chillidos de las águilas. En sus verdes llanuras braman los búfalos y al acecho permanecen leones y otros grandes felinos. No se pierdan este espectacular documental que Odisea les presenta en el que podrán disfrutar de un paraí­so salvaje: el desierto del Kalahari inundado por el rí­o Okavango.

El Crackómetro (8) Real Madrid de basket y FerránLópez

Nunca habíamos traído a esta etiqueta al Real Madrid de baloncesto, deporte que nos gusta bastante pero al que no hemos podido dedicar todo el tiempo que hubiéramos deseado. Sin embargo, tras la etapa Plaza – Calderón, (etapa con más sombras que luces también en la sección de baloncesto) para el Juez Roy Bean y sus secuaces este año es el del reenganche definitivo a este apasionante deporte animado por el gran equipo del Madrid de basket que ha armado el dúo Antonio Maceiras-Ettore Messina y que anoche logró su última y trabajada victoria europea, junto a nuestra reciente amistad con Ferrán López, el gran y cabal Ferrán López.

Nos encontramos con este señor tan simpático este verano en nuestro periplo por el Kalahari, donde gustaba de tumbarse al sol como un lagartijo en cuanto había ocasión (como puede verse en el gráfico adjunto, en compañía del Juez RB) y ya se ha hecho amigo de toda la Redacción de Vida y Tiempos del Juez Roy Bean.
Ferrán López recientemente ha abandonado la práctica del baloncesto de élite, al que ha dedicado veinte años de su vida, jugados con clase y con pasión, (fue tres veces internacional absoluto) para convertirse ahora en nuevo y flamante director deportivo del Ayuda en Acción Fuenlabrada, equipo en el estuvo jugando siete años en dos etapas. Ahora, convertido en historia viva del combativo club fuenlabreño, sigue marcando el juego del equipo de sus amores, ahora desde sus oficinas. Así pues, desde aquí le felicitamos, si no en el tiempo sí en la forma, por su reciente cumpleaños poniéndole al lado de los magníficos jugadores del Real Madrid de baloncesto que tantas alegrías pensamos nos van a dar este año.
Prigioni, Bullock (el gran Louis Bullock), Hansen, Garbajosa, Lavrinovic, Velickovic, Reyes, Llull, Kaukenas, Dasic, Van den Spiegel y también Axel Hervelle (que no entendemos por qué no es el 3 que el Madrid está buscando fuera), comandados sabiamente por Ettore Messina, para conjugar el coraje indesmayable que a veces era la mayor virtud del Madrid de la anterior etapa, con un plantel lleno de juventud y veterania, de orgullo y talento a borbotones que convierten al equipo madridista en una puta máquina de matar, como afirma mi futuro Vicepresidente para Asuntos Turbios y gran madridista Juanma Sánchez.

Real Madrid (por ahora sólo el de basket) y Ferrán López, ¡¡jugones!!.

Atravesando el Gran Sed (2) ¿Qué estáis mirando?

Tres de agosto de 2009, Central Kalahari. El gran Gabi «Ojo de Águila» Guiard comienza a forjar su leyenda. Levanta distraídamente los ojos de la pantalla de su ipod y detecta cuatro leones macho jóvenes entre unos matorrales, a unos ocho metros de los vehículos.Los todo-terreno se detienen mientras la noticia corre como la pólvora entre los viajeros. En apenas segundos todos ellos se agolpan en el lateral izquierdo de los coches y las cámaras y las miradas asombradas comienzan a ametrallar las difusas sombras doradas entre la maleza, sin apenas distinguir nada.

Entonces, algo se mueve, las sombras toman forma y este jovenzuelo de aquí al lado asoma su cabezota amenazadora y magnífica y nos mira durante unos segundos. Y sólo con eso, nos hace más felices.

(Foto: Maite)

Atravesando el Gran Sed (1) Aquellos días maravillosos

Tenía pendiente, por problemas técnicos, una entrada en el blog sobre mi viaje del pasado agosto, dieciocho días maravillosos en que tuve la oportunidad de atravesar el gran desierto del Kalahari (palabra que en tswana significa «Gran Sed») desde el noreste de Sudáfrica, llegando a Botswana, atravesando el Central Kalahari hacia el norte hasta Makgadikgadi Pans para luego bajar hacia el sureste hasta llegar, con mayores o menores problemas, a una tremenda playa en el Índico mozambiqueño.

Un viaje por aquella inmensa (más grande que España) e hipnótica superficie no tanto desértica como de sabana arbustiva, que tuvo grandes highlights como la irrepetible y etílica noche en el salar de Makgadikgadi Pans durmiendo en victorianas camas de hierro en medio de una preciosa y blanca nada, con la luna como lámpara, o en la que contemplamos al Gran Mago Blanco Que Apuntaba Al Cielo Con Su Bastón De Luz mientras nos explicaba antiguos litigios de mitos estelares, o cuando un vasco con un soplete nos explicó claramente como cortar un chorizo en seis partes, o en la que retrocedimos con orden de cohorte romana ante aquellos simpáticos leones que vinieron a cenar, o cuando conocimos qué es la criogenización de miembros corporales en aquel safari nocturno en Madikwe, o aquel poblado bosquimano lleno de miseria y sonrisas, aquel médico cubano de mente clara que nos relató algunas luces y sombras de la sociedad botswana (mientras su comisaria política vigilaba), o tantos otros momentos estupendos que se sucedieron en aquel viaje, sin olvidar la principal, la inmejorable sintonía entre todos, españoles y africanos, los que viajamos en aquel camión vociferante y poderoso, un alegre grupito en estado de gracia al que una mamá leopardo no quiso dejar sin contemplar, durante más tiempo del que probablemente hubiera deseado, su espectacular belleza moteada.

Así pues, para homenajear a esas diecisiete personas que rieron, desayunaron, comieron y cenaron (mucho y bien), se follaron, jugaron, durmieron, se asombraron, se ayudaron, pasaron frío y calor, se sonrieron, traquetearon y sufrieron largas horas de camión casi impasibles, todos juntos y todos conmigo en aquellos días inolvidables, iré publicando en este blog fotos y vídeos del viaje, para que cualquier día bien kabrrón en la oficina en que todo esté teñido de gris plomo, puedan volver a recordar un fragmentito de aquel espacio-tiempo africano y pinten su día de leones y acacias, guiños visuales y paisajes íntimos como agradecimiento a ese grupito dicharachero y colaborador, entregado y emocionado ante lo que veía y vivía en aquel viaje por un desierto extraño y fascinante llamado Gran Sed.

(Fotos: Gabi, Flogans, Carmen)