Vocabulario Fundamental. Animales (3) La historia de Faith

Encontramos en la web La Reserva la conmovedora historia de Faith una perrita que nació sin sus dos patas delanteras y que nos demuestra el enorme corazón, coraje y las ganas de vivir que tienen los animales. Lean y flipenlo.
«La maravillosa historia de un perro llamado «Faith»

Esta perra nació con solo dos patas en la navidad del año 2002. Obviamente su condición le impidió caminar e incluso su madre la rechazo al nacer. Su criador pensó que no iba a sobrevivir y pensó en sacrificarla. Cuando su actual dueña, Jude Stringfellow, la conoció creyó que podía darle una vida digna a esta hermosa criatura. La llamó Faith (Fe).
El hijo de Jude Stringfellow fue quien le llevo el cachorro a su madre para que lo adoptaran. Faith había nacido con solo las patas traseras desarrolladas normalmente y con un muñón que luego amputaron en su cuarto delantero.
«Me dio mucha pena verla así. Tenía que hacer algo, porque ella estaba sufriendo. Además, su madre ya no la amamantaba; la había dejado a su suerte, tal vez porque la veía demasiado débil» comento Jude acerca de su primer encuentro.
Con mucha paciencia Jude y su hijo, lograron enseñarle a caminar sobre sus patas traseras. En un comienzo utilizaron una cuchara llena de mantequilla de maní (Faith nació en Oklahoma, Estados Unidos) para despertar sus reflejos y de esta forma dio sus primeros pasos utilizando sus patas al igual que lo hacemos las personas.
«Fue complicado enseñarle a caminar. Al principio creí que nunca lograría aprender algo así. Usé el clásico estímulo de la comida, para que se motivara a desplazarse, pese a su malformación. Ahora, incluso hay gente minusválida que me escribe, para decirme que Faith ha sido un ejemplo para que ellos también superen sus problemas» comento Jude.
La familia Stringfellow es un ejemplo de perseverancia y demostró que a pesar de las diferencias, muchos objetivos son posibles si uno se lo propone.

Atravesando el Gran Sed (2) ¿Qué estáis mirando?

Tres de agosto de 2009, Central Kalahari. El gran Gabi «Ojo de Águila» Guiard comienza a forjar su leyenda. Levanta distraídamente los ojos de la pantalla de su ipod y detecta cuatro leones macho jóvenes entre unos matorrales, a unos ocho metros de los vehículos.Los todo-terreno se detienen mientras la noticia corre como la pólvora entre los viajeros. En apenas segundos todos ellos se agolpan en el lateral izquierdo de los coches y las cámaras y las miradas asombradas comienzan a ametrallar las difusas sombras doradas entre la maleza, sin apenas distinguir nada.

Entonces, algo se mueve, las sombras toman forma y este jovenzuelo de aquí al lado asoma su cabezota amenazadora y magnífica y nos mira durante unos segundos. Y sólo con eso, nos hace más felices.

(Foto: Maite)

Cristina Peri Rossi. Bitácora

Inauguramos la sección de poesía de «Vida y Tiempos…» con el magnífico poema «Bitácora», de Cristina Peri Rossi. La foto la hemos tomado del blog ZarAgota recordando cuando la Peri Rossi hace un año fue despedida de Catalunya Radio por no hablar catalán, fulminada por gente gentecilla gentuza de maneras fascistoides y estrecha de miras y entendederas que siguen haciendo de la aldea mental su bandera y del eterno victimismo su cansina y cínica postura vital. Ante las protestas y la masiva firma del Manifiesto Contra la Persecución Linguística por multitud de escritores y creadores la pidieron disculpas y tal pero ya quedaron retratados como lo que son.

P.D. Aprovechamos desde aquí para solicitar a los seguidores de este blog sus poemas preferidos para ser publicados. Estas cositas molan y serán agradecidas.


Bitácora

No conoce el arte de la navegación
quien no ha bogado en el vientre
de una mujer, remado en ella,
naufragado
y sobrevivido en una de sus playas

Cristina Peri Rossi. «Linguística general», 1979

4 noviembre 2008 / De estrenos y celebraciones

Barack Obama será el próximo presidente de los USA. Qué bueno. Bien por lo que nos toca, que es mucho. Y hoy quería dar salida a mi blog con esta gran noticia. Porque a pesar de que con trampas (recordemos Florida en el 2000) o sin ellas nos hayan hecho sufrir al débil mental de George W. Bush durante ocho calamitosos años, hay que intentar mirar hacia delante y pensar que este tipejo no representa mucho de lo que es su país, porque hay unos Estados Unidos que molan, que investigan, que crean, hay unos Estados Unidos progresistas, solidarios, multiculturales, que leen, que viajan, que se conectan al mundo y aprenden otras geografías, otros sentimientos, otras formas de concebir el planeta, que luchan por eliminar miserias propias y ajenas, que denuncian injusticias de su propio gobierno, muchos, muchos americanos que militan en ONG’s o son voluntarios trabajando para sus comunidades a un nivel que no llegamos en Europa ni de coña (yo el primero).

Americanos que tienden puentes entre continentes, como mi cuñado y mis sobrinos, hay simpáticos y atolondrados yanquis que buscan a Hemingway en el calimocho de san Fermín y son eternos candidatos a un puntazo en la femoral de un morlaco zaino y bragado en la curva de Estafeta, están esos inmigrantes que llegaron desde todo el mundo a Ellis Island y configuraron el país y ellos o sus descendientes dibujaron con nostalgia algunas de las mejores páginas de la historia cultural americana en la Europa de donde procedían, como Coppola quebrando a Michael Corleone en un aullido mudo en las escalinatas de la ópera de Palermo con el cadáver de su hija en brazos, o el inolvidable gepeto burlón, majestuoso del genialoide Orson Welles surgiendo como un espectro de entre las sombras de Viena,
o su voz provocando histerias que llegan del espacio exterior e inspirando años después a otro talentoso compatriota a escribir unas estremecedoras crónicas marcianas, y hubo pilotos americanos dejándose masacrar por los zeros en Midway para impedir que los milicos japoneses pisotearan Australia y sanos chavalotes de Nebraska, criados entre maizales y desembarcados con espanto en el matadero de Omaha y dos meses después anticipando en veinte años los subidones de anfetas al pasar por debajo del Arco del Triunfo de una París entregada a sus liberadores, y una espectral Kim Novak volviendo de ente los muertos y una felina Lauren Bacall chasqueando en pantalla,

«No tienes que representar ningún papel conmigo, Steve. No tienes que decir nada ni hacer nada. Sólo silba. ¿Sabes silbar, no? Juntas los labios y soplas»

a quien desde ese momento y para siempre sería el gran amor de su vida real, los dos hermanos White, los Devics, Paul Auster, el Chelsea Hotel, Woody Allen y Manhattan, el puente de Brooklyn, Woodstock y sus hippies revolcándose en el barro, Philip Roth, Dylan cantando eso de she takes just like a woman, yes, she does, she makes love just like a woman, yes, she does, and she aches just like a woman but she breaks just like a little girl

o mi buen amigo Inacito ejemplarizando la fuga de cerebros españoles a los USA pero integradísimo con sus dos preciosas nenas allá por California, la parte americana de Jonattan Little y de su malvado hermano siamés Max Aue y las cuitas emocionales y criminales de Tony Soprano y la nueva comedia humana en las calles de Baltimore, el Oeste más hiperrealista visto desde Deadwood, o ese surrealista personaje que se llama Earl y los magníficos westerns crepusculares de Sam Peckinpah y John Ford dibujando desiertos emocionales en desiertos físicos y los Simpsons y Family Guy  y un doctor judío llegando a un pueblecito de Alaska y el Coyote y el Correcaminos y la mítica Acme, y el cuervo de Poe y una obsesión con forma de ballena blanca y un escribiente que simplemente, preferiría no hacerlo,

y Scorsese y Woody Allen y Truman Capote y Sam Shepard y DeLillo y Lorrie Moore y Carver escribiendo los mejores relatos del mundo y Martin Luther King y su sueño hecho realidad 40 años después de morir y Susan Sontag ante el dolor de los demás y un androide articulando el más hermoso de los epitafios todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia, es hora de morir y claro, Paul Newman, grande entre grandes, comiéndose cincuenta huevos cocidos o metiéndose bien dentro del personaje del Juez Roy Bean en una de las menos conocidas películas de John Huston y que, sin embargo, da nombre y espíritu a este blog. Y tantas otras personas y tantos otros momentos magníficos que allí nacieron.

Tras el peor presidente de la historia de Estados Unidos se podría pensar que Barack Obama lo va a tener fácil pero las expectativas de que lidere el cambio mundial que creo se avecina son altas. Y también, claro, las exigencias. Y aunque ya sabemos que si lo miramos con ojos europeos en algunos aspectos no podría ser calificado siquiera de socialdemócrata, el avance con lo conocido hasta ahora puede ser importante.

Vamos a ser muchos los que le estaremos mirando, para ver si está a la altura de lo que su país ha sido muchas veces (aunque otras tantas no). Otro día, si hay ocasión, entraremos en las miserias morales de los Estados Unidos de América, que las habido y las hay, y muchas, pero eso es otra historia y hoy el Juez Roy Bean y el mundo entero no sólo están de estreno sino también de celebración.