Comer y cantar (3) Chipirones rellenos en su tinta

Hazlo tú mismo. Comer y cantar (by PapáPop)

Hoy, Chipirones rellenos en su tinta (y con arroz, oiga)


– Hijo, te veo raro. Has engordado desde la última vez que te vi ¿Comes bien?
– Sí mamá.
– ¿Seguro? A mí no me engañas.
– Que sí mamá, como estupendamente.
– ¿También pescado?
– Sí… no… bueno algunas veces…
– ¿Algunas veces significa casi nunca?

Esta situación es hipotética pero podría ser tu caso. Las madres son listas, muy listas: nos conocen perfectamente. Creemos que porque ya hace años salimos de su casa se han olvidado de nuestras cosas, y no. Ellas se preocupan por asuntos que puede que tú no des importancia como limpiar el polvo que hay detrás de los libros, no mezclar en la lavadora ropa blanca con color o seguir una dieta equilibrada.

Tú, una persona ya crecidita que le gusta comer, pero que puede que no coma todo lo bien que debería y se olvida de algunos alimentos esenciales para una dieta sana. Como por ejemplo esos animales que viven por el mar. Pero para eso estamos en Comer y Cantar. Vamos a ayudarte para que la próxima vez que te vea tu madre, diga:

– Seguro que ahora vives con alguien y no me lo has dicho. Pero yo lo sé.
– ¡Qué dices mamá!
– No, si me parece estupendo; ahora tienes mejor cara ¿te cuida bien?
– Mamá, sigo sooolo.
– Pues alguien te hace la comida y no eres tú.
– Vale mamá, tengo que darte una noticia.
– Lo sabía…
– Es verdad, vivo con alguien. Pero cocino yo.
– ¡Imposible!

Nada de imposible, ahora lees Comer y Cantar y sigues al pie de la letra nuestro lema Hazlo Tú Mismo. Comer bien es fácil y además lo puedes hacer tú. Y ahora presta atención, vamos a empezar una serie en la que daremos más importancia a los frutos del mar, imprescindibles en una dieta sana y rica.

Para ponernos manos a la obra, como siempre unos temas. Los chipirones en su tinta tienen un aspecto oscuro pero con un sabor luminoso. Hace poco he descubierto a una banda llamada Ornamento y Delito, un grupo que conjuga una música oscura, una voz tenebrosa parecida a la de Nacho Vegas y unas letras sorprendentes. Como muestra un botón, de su disco Putas y Cocheros, el tema Madrid:

Siguiendo con la oscuridad brillante (¡viva el oximoron!), cualquier tema de The Editors acompaña perfectamente la confección de este plato. Por ejemplo, de su 2º disco An End Has A Start, ponte Bones. Cómo los chipirones, muy épicos:

Os los recomiendo, porque escuchando de su álbum Lungs temas como Cosmic Love, me llevan tan lejos y a lugares tan molones como cuando disfruto de mis chipirones rellenos en su tinta (con arroz, oiga):

Ahora ponte el delantal y al lío.

(Paso 1)

Para hacer unos Chipirones Rellenos en su Tinta (con arroz, oiga) necesitas:

1 kg. de chipirones rellenos (dependiendo de la pescadería pueden estar rellenos de sí mismos, de gambas, etc., da igual), dos bolsitas de tinta de calamar, un puerro, vino blanco, tomate frito, una hoja de laurel, un poco de romero y otro poco de perejil picado, aceite de oliva virgen y sal. Y arroz por supuesto.


(Paso 2)


Corta la raiz del puerro y lo verde, y quédate con lo blanco. Lávalo bien para quitar cualquier resto de tierra. Sobre una tabla haz un corte por la mitad a largo del puerro y corta muy finamente cada mitad.

(Paso 3)

En una cazuela echa un chorro de aceite de oliva y ponlo a fuego medio bajo. Cuando haya cogido temperatura, incorpora el puerro y déjalo que se poche, removiendo de vez en cuando.

(Paso 4)

Sabrás que el puerro está pochado cuando al cabo de unos minutos veas que ha reducido bastante su tamaño y su color es casi transaparente.

(Paso 5)

Incorpora los chipirones y sube la temperatura a fuego medio.


(Paso 6)

Deberás ir removiendo los chipirones para que se vayan haciendo bien. Pasados unos minutos verás que han reducido de tamaño y soltado líquido: es el momento de añadir la hoja de laurel, un poco de romero, otro poco de perejil y sal a tu gusto.


(Paso 7)

Llena un vaso de vino blanco, disuelve en él las dos bolsitas de tinta de calamar e incorpóralo a la cazuela. Sube el fuego y cuando aparezcan las primeras burbujas, vuelve a poner la cazuela a fuego medio. Da vueltas al contenido de vez en cuando.


(Paso 8)

Pasados unos 10 minutos, que será cuando el alcohol del vino se haya evaporado, echa un buen chorro de tomate frito. Déjalo otros al fuego otros 10 minutos.


(Paso 9)

Los chipirones en su tinta ya están. Pero claro, a la inmensa mayoría le gustan con su arrocito. Si tú eres uno de ellos, pues te haces un arroz blanco que acompañe. Creo que no te voy a explicar cómo se hace. Si tienes dudas, pregunta a tus vecinos estudiantes: el arroz blanco y los espaguettis con tomate son la especialidades de ese entrañable colectivo.

Venga, a comer que están buenísimos. Más fácil imposible y lo has hecho tú mismo.
Tu madre se va a quedar de pasta con tus progresos. Esto ha sido Comer y Cantar. Otro día, más y mejor.

Comer y cantar (2) Croquetas de jamón y pollo

PapáPop, nuestro guía culinario de confianza, nos ofrece la segunda de sus recetas de comida sana y casera que dedica esta vez (junto a tres temas musicales que acompañan su elaboración) una humilde joya de nuestra gastronomía, nada menos que la croqueta -la bien hecha, claro-, ubicuo y delicioso manjar siempre bien recibido en la mesa del Juez Roy Bean.


Hazlo tú mismo. Comer y cantar (2)

Hoy, Croquetas (o Cocletas como dice mi suegra)

Las croquetas… ¿hay algún plato que guste tanto a la afición y con el que niños y mayores siempre están de acuerdo? Ya pueden estar rellenas de lo que sea que siempre triunfan. Pero claro, las mejores croquetas siempre son las de tu madre, por eso cuando vuelves a casa de visita se las pides a mamá -hijo, a ver cuándo aprendes a hacerlas que son bien fáciles-. Pues sí, una vez más le vamos a dar la razón a tu madre: las croquetas son fáciles, tanto que las vas a hacer tú mismo. Verás.

Pero antes, unos temas. Yo creo que un plato tan nuestro como las croquetas merecen un acompañamiento acorde; por ejemplo Lori Meyers que para mí es la mejor banda española de los últimos años. Ahora han sacado su cuarto disco y este es su primer single, simplemente soberbio.

Claro que si nos referimos a clásicos españoles como las croquetas, no podemos olvidar a los míticos Ilegales. Son como las croquetas, frías o calientes en invierno o en verano, siempre me gusta disfrutar de algún tema suyo. Este por ejemplo:

Y ya que estamos con debilidades patrias, mi última son Los Directivos. Atento a sus letras con grandes homenajes al fútbol y demás cosas que nos apasionan. Además, puedes bajarte gratis el disco desde su web http://losdirectivos.bandcamp.com/ ¡Grandes!

Paso 1

Venga, ponte el delantal y al lío. Las croquetas que vas a hacer hoy son las míticas de jamón y pollo, para mí las más ricas.

Ingredientes: Leche, Harina, Aceite de Oliva Virgen, Mantequilla, Jamón Serrano, restos de Pollo Asado, un Huevo, Pan Rallado, Sal, Pimienta y Nuez Moscada. Como ves, nada extraordinario pero es curioso como de unos ingredientes tan sencillos salga algo tan glorioso.

Picas el jamón y el pollo en la cantidad que quieras (que no quede ni muy abundante ni muy escaso) y lo dejas al tamaño de “tropezón” que más te guste. Lo puedes hacer con un cuchillo o en la picadora.

Paso 2

Ahora toca hacer la salsa bechamel. No te asustes, es fácil y cuando aprendas te dará mucho juego. Dependiendo del plato que hagas, la bechamel tendrá una textura más o menos espesa. En este caso será una bechamel densa.

Lo más importante es la relación aceite/mantequilla y harina. Si echas 100g. de aceite y/o mantequilla, tendrás que echar 100g. de harina. Siempre tiene que ser la misma cantidad de una cosa y de otra. Para la bechamel de hoy usaremos una mezcla de aceite de oliva y mantequilla a partes iguales. Para 1 litro de leche, 160g de aceite y mantequilla (80+80) y 160g. de harina y así te quedará una salsa espesita. En una sartén echas el aceite y la mantequilla y lo pones a calentar a fuego moderado.

Paso 3


Mientras, echa el litro de leche en un cazo y lo calientas.

Cuando la mantequilla esté bien disuelta, echa la harina, con unas varillas lo mezclas bien y vas dando vueltas hasta que coja color. Esta pasta se llama técnicamente Velouté y es una base para hacer muchas otras cosas aparte de la bechamel. Algún día lo veremos.

Paso 4

Retira la sartén del fuego y echa la leche caliente poco a poco sobre la velouté mientras das vueltas. Este es el secreto para que no haga grumos.
Pon de nuevo la sartén al fuego, salpimenta a gusto y echa una pizca de nuez moscada (si no tienes no pasa nada). Sigue dando vueltas a la mezcla. El fuego debe ser siempre medio.

Paso 5

Cuando veas que la mezcla empieza a hacer burbujas y a coger una cierta textura, echa los taquitos de jamón y pollo y sigue dando vueltas durante unos minutos. Es importante no dejar de mover la mezcla para que ésta no se queme.

Paso 6

Pasados estos minutos, la bechamel estará hecha. Entonces la echas en una fuente que previamente habrás untado de aceite. La metes en la nevera para que se enfríe. Al cabo de un par de horas la masa estará suficientemente fría para poder trabajar. En un plato bate el huevo y en otro echa pan rallado.


Paso 7

Con una cuchara sopera coge un poco de masa. Esa será la medida para cada croqueta.


Paso 8

Amasa con una mano.



Paso 9

Echa la croqueta en el huevo, la rebozas y la recoges dejando escurrir el huevo que sobra.


Paso 10

Echa la croqueta sobre el pan rallado y con la otra mano la rebozas (Este juego de manos es importante porque así no se mezcla el pan rallado con el huevo y evitas que te quede un engrudo con el que es peor trabajar).

Paso 11

Coloca la croqueta en otro plato.

Paso 12

Y así vas haciendo hasta acabar con la masa y llenar los platos de croquetas listas para freir.

Paso 13

Pon en una sartén una buena cantidad de aceite de oliva y llévala a fuego caliente. Cuando haya alcanzado la temperatura (cuidado que no salga humo para que no se queme el aceite), echas las croquetas una a una y con cuidado para que no salpique.

Paso 14

Dos o tres minutos para que se doren (cuidado que no se te quemen) y las das la vuelta. Prepara un plato con papel de cocina absorbente y cuando tus croquetas estén listas, las sacas una a una dejando que escurran un poquito sobre la sartén y colocándolas sobre el plato.

Paso 15

Ya están. A comer que se quedan frías. Más fácil imposible y lo has hecho tú mismo.

Paso 16

La próxima vez que venga tu madre a casa, sorpréndela con tus croquetas.

Esto ha sido Comer y Cantar. Otro día, más y mejor.

Comer y cantar (1) Crema de calabacín

Saludamos la nueva incorporación al selecto grupo de nuestros colaboradores de un seguidor de este blog y comidista de pro, Papápop, que adheriéndose al caracter multifunción del espíritu corporativo de esta bitácora conjuga su (nuestra) pasión por la comida con su gusto por el pop-punk-rock anglosajón en una nueva sección, Comer y Cantar (Hazlo tú mismo) en la que nos ofrecerá recetas apetitosas y sencillas de hacer, ingredientes naturales para una comida sana a precios populares. Comienza con un clásico imprescindible de la comida casera de ayer y hoy, la crema de calabacín, cosa rica donde las hayas que conjuga con dos temas musicales ad hoc, de Belle & Sebastian y La Bien Querida.
Bon appetit!!


HAZLO TÚ MISMO: Esto es COMER Y CANTAR

¿Te gusta comer bien pero crees que no sabes cocinar? No importa, hazlo tú mismo. A mediados de los años ’70, surgió un movimiento musical que pretendió dar un puñetazo en la mesa y superar un panorama de supergrupos con músicos virtuosos, profesionales, de técnica refinadísima pero que habían convertido el pop en algo aburrido, denso, anquilosado e incluso elitista. Había nacido el Punk y con él las canciones volvían a los inicios: píldoras urgentes, jóvenes, rabiosas y divertidas. Pero el Punk aportaba además algo nuevo y que se reflejaba en un lema único para cualquier propuesta musical: “Hazlo Tú Mismo” o lo que es igual, el espíritu amateur. Ahora para tocar en una banda y hacer música ya no se necesitaba ser un guitarrista genial ni tener una voz increible; simplemente era cuestión de querer hacerlo y con eso valía.

Así surgieron grupos que con su amateurismo se convirtieron en clásicos que inspirarían a mucho de lo que hoy escuchamos: Ramones, Dead Kennedys, Sex Pistols, The Clash, Buzzcocks, The Jam, Joy Division y muchísimos más. En España el Punk fue introducido por Kaka de Luxe, Derribos Arias, los primeros Siniestro Total o Los Nikis.

Pero ¿esto no iba de comida? Sí y también de música, porque el leit motiv de esta serie de posts gastronómicos pretende ser el mismo que el espíritu del Punk: Hazlo Tú Mismo. Esta serie de post va dirigido a todos los cocinillas como nosotros. Esos a los que nos gusta comer bien y no nos da vergüenza ponernos delante de unos fogones sin tener ni media gota de técnica culinaria. Gente amateur sí, pero con ganas de comernos -literalmente- el mundo. Y como además nos gusta la música, escuchamos nuestros temazos mientras cocinamos. Así que venga, a ponerse el delantal que esto va a ser Comer y Cantar.


Hoy, Crema de Calabacín

Sano, rico, barato y fácil de hacer. El mundo de los purés y las cremas es muy apañado porque además de su sencillez se hacen en un pis-pás y, sobre todo, están buenísimos.

Lo primero de todo, nos ponemos unos temitas para acompañar la elaboración. Yo creo que le va un rollo optimista como Belle & Sebastian o, por qué no, más sencillito como La Bien Querida a juego con la receta: algo ligero, agradable, fácil de escuchar.

Venga, al lío. Ingredientes: unos calabacines, una patata, un puerro, media cebolla, aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta negra molida y, para el toque final, leche, queso o nata para cocinar. Como veis nada extraordinario, cosas que podéis pillar en el súper o en el chino de la esquina.

Echamos un buen chorro de aceite en la olla y la ponemos a fuego medio bajo. Cortamos la cebolla en cuadrados ni grandes ni pequeños y lo echamos en la olla cuando el aceite coja temperatura. Esto que hacemos se llama sofreir o pochar.


Mientras, pelamos los calabacines, la patata y el puerro, los lavamos y lo cortamos todo en trozos. Cuando la cebolla esté

empezando a ponerse transparente es que ya está, así que echamos el calabacín, la patata y el puerro.
Subimos un poco el fuego y damos vueltas de vez en cuando durante unos 10 minutos. Pasado ese tiempo, echamos en la olla agua hasta casi cubrir.

Un poco de sal y cerramos. Ponemos el fuego a tope y esperamos a que suba el pitorro o empiece a sonar fuerte, dependiendo del tipo de olla que tengas.

¿Ya suena el vapor? Es el momento de bajar el fuego a un nivel medio-bajo, por ejemplo, yo tengo números del 1 (el más bajo) al 9 (el más alto); pues lo pongo en el 3. Dejamos pasar 10 minutillos.


Retiramos la olla del fuego y abrimos la tapa. Echamos un poco de pimienta molida y un chorro de nata para cocinar o de leche, dependiendo si te gusta más o menos cremoso. Un poco de queso le da un toque estupendo. Metemos la batidora en la olla y batimos un buen rato hasta que todo quede perfectamente triturado y cremoso. Servimos en un recipiente y a comer. Más fácil imposible y lo has hecho tú mismo.

Esto ha sido Comer y Cantar. Otro día, más y mejor.