Vocabulario Fundamental. Escritor (10) ‘Taro. El eco de Manrique’

‘Taro. El eco de Manrique’

Imprescindibles 25.01.2013

‘Taro. El eco de Manrique’ es una visión Internacional de la obra, los valores y los ideales medioambientales que Manrique defendió siempre.

Cuando se han cumplido veine años de la desaparición del artista canario, dedicamos un homenaje uniendo arte, ciencia, Medio Ambiente, Arquitectura, Naturaleza y Conciencia en una película que vaya más allá del propio artista para dejarnos su mensaje: «Quiero dejar patente mi manera de sentir y caminar por la vida, por creer que pudiera servir a todos los que se encuentran dentro de un concepto libre, constructivo y sano de la existencia y defender a toda costa a este fascinante planeta en donde nos ha tocado vivir, por si les puede servir de enseñanza las obras realizadas por mí, respetando profundamente cada latitud de la tierra, con sus propios materiales, con sus tradiciones, y agregando lo más sabio del progreso, sin romper la armonía del ambiente, y aplicar toda la sensibilidad y talento en todo lo que el arte puede intervenir, en todo lo que el arte puede soñar.»

Un artista social


La vertiente activista resulta fundamental para entender la figura de Manrique y su proyección de artista social, con arraigo público y de fuerte carácter icónico para la comunidad. Su implicación, la labor de denuncia que ejerció abiertamente, su confrontación directa con autoridades y promotores, y su compromiso con los valores culturales y paisajísticos de la isla, lo convirtieron en un símbolo, añadiendo a su personalidad creativa una dimensión sociopolítica inédita en el panorama artístico español. La actitud propositiva y la denuncia conviven en un perfil de artista complejo y polifacético. En palabras de Fernando Gómez Aguilera, Director de la Fundación César Manrique:

«…las convicciones que profesó César Manrique: creencia en la belleza como estado superior del hombre; conveniencia de instalarnos en armonía con los ritmos de la Naturaleza; propuesta de un Arte Total; apelación al modelo natural; necesidad de que el hombre sus fragmentaciones interiores y viva desde la reconciliación; obligación moral del artista de defender el medio, de actuar con vocación didáctica y de contribuir a la felicidad individual y colectiva; construcción de la utopía…etc».

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Vocabulario Fundamental. Fantasmas (5) Temporada de fantasmas

No vienen a buscar pareja, ni para desovar. No necesitan reproducirse. Tampoco es posible cazarlos. No tienen entidad suficiente para caer en las redes de la lógica, los atraviesan las balas de la razón. Breves, esenciales, despojados de su carne, vienen aquí a mostrarse, vienen para agitar ante los observadores sus húmedos sudarios. Y sin embargo, no se exhiben ante los ojos de cualquiera. El experto observador de fantasmas sabe que debe optar por una mirada indiferencte, nunca directa, aceptar esa precepción imprecisa, de costado, sin tratar de apropiarse de un significado evanescente que se deshace entre los dedos: textos translúcidos, medusas del sentido. Se abre la Temporada de Fantasmas.

Su viuda y su voz

De las cañerías provenía un ruido fuerte y triste al que ella suponía la voz de su marido muerto. Todas las cañerías hacen ruído, argumentaban sus amigos. En todas las cañerías se manifiesta su espíritu, decía ella. Todas las cañerías hacían ruído cuando él estaba entre nosotros, argumentaban sus amigos. Pero solamente ahora me hablan de amor, decía ella.

Ana María Shua. Temporada de fantasmas (2004)

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Boris Vian. No me gustaría palmarla (2) No quisiera morir


No quisiera morir

Croquis de Martin Matje. Traducido por Javier Krahe y Andy Chango

No quisiera morir / antes de conocer / los monos del Brasil / que duermen sin soñar, / los zorros de Moscú / devorando el jardín, / las arañas de plata, / de seda y de rubí. / No quisiera morir / sin saber que la luna / redonda disimula / el filo de una hoz. / Si en las cuatro estaciones / caben tres primaveras, / si hace frío en el sol. / Sin haber paseado / vestido de mujer / por un gran bulevar. / Sin haber penetrado / en las turbias miradas, / sin entrar en tu casa / por la puerta de atrás. / no quisiera morir / sin conocer las llagas / ni cualquier enfermedad / que nos hace sufrir. El contagio del mal / O el contagio del bien / si se estrenan en mí / me echaría a reír. / Y también, cómo no, / lo que ya conocí / en el fondo del mar, / donde bailan un vals / el pulpo y el delfín

y la hierba de abril / y el olor a resina / y el perfume en la piel / de mi clara madame. Mi amante, mi heroína, / mi peluche cruel, / mi eterno manantial. / No quisiera morir / sin haber agotado / mis labios en sus labios, / mi todo con su todo, / su todo con mis manos, / su infinito tesoro, / mi amor desmesurado. / No quisiera morir / sin que se haya inventado / la rosa permanente, / el ocio laboral, / el mar en la montaña, / la montaña en el mar, / el dolor que no daña / y la sombra en color. / A los niños volando / y al ingenio inventando / la vacuna total. / La aventura espacial, / fontaneros baratos. los monarcas en cueros, / arquitectos modestos, / abogados sinceros, tantas cosas que ver, / tantas cosas que oír, / tanto por esperar contra la oscuridad.

Y ahora veo el final / que se acerca hacia mí, / que me quiere besar / con besos de marfil, / que me quiere llevar. / No quisiera morir / sin dejar de probar / a la gélida novia, / la de gusto más fuerte, / el sabor que me agobia. / No quisiera morir / sin dejar de probar / el sabor de la muerte.

Boris Vian. No me gustaría palmarla (1) La vida es como una muela

La vida es como una muela

Ilustrado por Lionel Koechlin. Traducido por Begoña Díez Learsolo

La vida es como una muela
Primero ni se piensa en ella
Uno se contenta con masticar
Y de repente se empieza a picar
Y aunque duela, uno se aferra
Y la tratamos y los problemas
Y para que ya nunca duela,
Hay que arrancarla, la vida

Boris Vian. No me gustaría palmarla (Je voudrais pas crever, 1962)

Gracias Bea Contel.

El arte de perder

Tras un tiempo de ausencia en nuestro blog, Bea Contel -a la que enviamos un beso en estos tiempos de turbulencias emocionales- nos envía una delicatessen de las suyas, un poemita de Elisabeth Bishop, una poeta norteamericana de principios de siglo XX, en el que nos invita a hacer de la pérdida arte y aprendizaje.

One art

The art of losing isn’t hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster.

Lose something every day. Accept the fluster
of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn’t hard to master.

Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.

I lost my mother’s watch. And look! my last, or
next-to-last, of three loved houses went.
The art of losing isn’t hard to master.

I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
some realms I owned, two rivers, a continent.
I miss them, but it wasn’t a disaster.

Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan’t have lied. It’s evident
the art of losing’s not too hard to master
though it may look like (Write it!) like disaster.

Un arte

El arte de perder no es un arte difícil;
tantas cosas parecen colmadas de un propósito
de pérdida que cuando se pierden no es muy trágico.

Pierdan a diario algo. Acepten la molestia
de extraviar el llavero, la pérdida de tiempo.
El arte de perder no es un arte difícil.

Practiquen perder, luego, más cosas y más rápido:
lugares, nombres, dónde era que estaban yendo.
Ninguna de estas cosas es demasiado trágica.

Perdí el reloj materno. Y miren, se me ha ido
la última,o penúltima, casa que tanto amaba.
El arte de perder no es un arte difícil.

Dos hermosas ciudades, perdí. Y algunos reinos
que poseía, dos ríos y un continente.
Y aunque, sí, los extraño, no fue una cosa trágica.

Incluso tras perderte (la voz mordaz, un gesto
que amo) no habré dicho una mentira. Es obvio
que el arte de perder no es cosa muy difícil
aunque parezca a veces (¡anoten!) algo trágico.

Poesía vertical VI – 3

Bea Contel nos envía una de sus delicadezas, un poema del argentino Roberto Juarroz. Y un graffiti maravilloso. Muchas gracias Bea.

Hay mensajes cuyo destino es… (Poesía vertical VI – 3)

Hay mensajes cuyo destino es la pérdida,

palabras anteriores o posteriores a su destinatario,
imágenes que saltan del otro lado de la visión,
signos que apuntan más arriba o más abajo de su blanco,
señales sin código,
mensajes envueltos por otros mensajes,
gestos que chocan contra la pared,
un perfume que retrocede sin volver a encontrar su origen,
una música que se vuelca sobre sí misma
como un caracol definitivamente abandonado.

Pero toda pérdida es el pretexto de un hallazgo.
Los mensajes perdidos
inventan siempre a quien debe encontrarlos.